El Consejo de Rotherham, Inglaterra, ha tratado de convencer, desde 1999, a Arthur Newey para que deje su casa y así puedan demolerla. Es la última que queda en este lugar, donde se planean ampliar algunas otras obras, pero parece que Arthur es bastante obstinado.
Le gusta su casa, por lo que ha puesto una tarifa para poder dejar el sitio…
Les dije que quería 600 mil dólares por la casa y 600 mil de compensación por tener que dejarla. Si prometen pagarme 1.2 millones de dólares, podría considerarlo.
En 1999, el Consejo de la ciudad intentó una “compra obligatoria”, ofreciéndole 40 mil dólares, pero obviamente Arthur lo rechazó, y buscó al viceprimer ministro en ese momento, John Prescott, y luego de un proceso se falló a favor de este hombre, así que no se pudo concretar el desalojo.
El vecino incómodo tiene seis hijos, siete nietos y cinco bisnietos. Su esposa murió en 2007, víctima de cáncer, y su familia cree que por estar concentrado con su batalla por la casa, no le puso el debido cuidado a su mujer…
Veremos hasta dónde resiste este hombre, o si el Consejo aceptará darle el dinero que pide…