El gobierno de Estados Unidos por fin ha declarado que el cannabis mata las células cancerosas; y ahora, lo que se ha considerado por décadas como una mala hierba, podría realmente hacer un bien a toda la humanidad, especialmente a personas con enfermedades crónicas y cáncer.
Mientras que países como Canadá e Irlanda están en profundas discusiones para legalizar la marihuana, particularmente para propósitos médicos, la droga todavía atrae mucha controversia.
Con más y más investigación detrás, parece que el uso de la cannabis por razones médicas, especialmente sobre el tema de cáncer, se está convirtiendo en más de una opción de salud viable que puede salvar millones de vidas.
El gobierno estadounidense ciertamente parece estar de acuerdo, ya que ahora ha añadido el uso de la planta a su sitio oficial de asesoramiento sobre el cáncer, en el que se lee:
“Los cannabinoides pueden ser útiles en el tratamiento de los efectos secundarios del cáncer y el tratamiento de este”.
En el mismo sitio se indica que la droga podría ser ingerida, fumada, comida, bebida o rociada sobre la boca.
No sólo han explicado las formas en que se puede utilizar la “mala hierba”, sino que también han enumerado los beneficios que el cannabis puede aportar a aquellos que lo necesitan para fines médicos.
Estos incluyen: inflamación, alivio del dolor, ansiedad, alivio del estrés, antitumorales, actividad antiviral y alivio de los espasmos musculares.
Después de muchos estudios científicos, el Instituto Nacional del Cáncer, que es parte del Departamento de Salud de los Estados Unidos, ha revisado sus publicaciones para sugerir que la marihuana podría matar células cancerosas y potencialmente reducir los tumores.
Ahora que uno de los países más grandes e influyentes del mundo ha aceptado que la marihuana puede ser empleada para tratar a pacientes con cáncer y otras enfermedades, probablemente muchas naciones sigan el ejemplo.