Cantemos todos: “¡Deshonra, desgracia, en su mirada se ve la maldad!”, pues un hombre aprovechó su posición como gerente de un banco para engañar y manipular a sus familiares, haciendo que sacaran créditos a su nombre, dejando a varias familias sin dinero y con el agua hasta el cuello.
La estafa ocurrió en México, justamente en el municipio de Gómez Palacio, perteneciente al estado de Durango. El gerente de una sucursal de BBVA, ubicada en el bulevar Miguel Alemán y South del Monte, abusó de la confianza de amigos y familiares cercanos para amasar una fortuna de ocho millones de pesos, más o menos 400,000 dólares.
El caso se dio a conocer cuando los afectados se presentaron con pancartas a las afueras de la sucursal para protestar contra el desfalco, mientras que el exgerente y presunto culpable, de nombre Enrique, se dio a la fuga con el dinero solicitado a nombre de sus amigos a la vez que clientes del banco.
Bajo el pretexto de que así lo ayudarían a hacer carrera en la empresa y escalar posiciones, el exdirector del banco convenció a sus amigos y familiares de sacar créditos con él, por lo que sus conocidos no dudaron en apoyarlo, creyendo que de este modo, quizá, también se verían beneficiados de tener como amigo a un alto mando o que ayudarían a un muchacho honesto y trabajador a salir adelante.
De este modo, Enrique los convenció de sacar créditos que, según él, se saldarían inmediatamente para no afectar su estado crediticio y que, al contrario, mejorarían su perfil de crédito. Una vez que todos accedieron les mandó vía email cartas oficiales asegurando que sus créditos se saldaron al instante y que estaban cerrados, lo cual les dio una impresión de seguridad y honestidad a pesar de que no tenían firma de un apoderado; por supuesto, todo fue una mentira, una trampa maldita.
Cuando los créditos se habían “pagado”, les pidió acceso a su banca móvil, es decir, a sus celulares, para ver que no hubiera “problemas”. Pero en realidad, Enrique se metió a la aplicación de BBVA para ocultar las notificaciones que pudieron haber mostrado que los créditos en realidad seguían activos y, por lo tanto, haber advertido a sus amigos de que estaban siendo timados, embarajiñados.
El asunto es que convenció a todos de que el dinero de los créditos solicitados se depositara en una supuesta cuenta de concentrados del banco para poder pagar todo de golpe, sin embargo, esa cuenta no resultó ser otra más que su cuenta personal. Los afectados tardaron en darse cuenta debido a que les desactivó las notificaciones, pero la tragedia no se hizo esperar. Después de todo, ¿cómo iban a dudar de su amigo, al que conocían desde niños?
Parece ser que Enrique o Quique, como le dicen sus cuates a los que estafó, falsificó la firma de todos sus amigos para seguir solicitando créditos y llenarse los bolsillos a su nombre. Ahora se encuentra desaparecido y cerró sus redes sociales, por lo que los 30 clientes de BBVA se han manifestado en redes y medios locales.
El hermano de Enrique salió a declarar en redes que él y su familia tampoco saben dónde se encuentra. Además, dijo que al igual que los protestantes, ellos han sido estafados y pide que se le deje de amenazar por mensajes, pues también son víctimas del exdirector del banco.
Entre los afectados están sus amigos de la infancia, conocidos, compadres de sus papás, papás de sus amigos y todo a quien veía susceptible de ser engañado. Quienes lo conocen refieren que recientemente compró casa en sector residencial, tenía auto del año y vida muy cómoda. pic.twitter.com/g27qJBXSCd
— Abraham Mendoza (@AbrahamMendozaF) February 9, 2022