Cuando comemos en exceso, lo único que nos preocupa es el mal del jabalí, como el mal del puerco pero más salvaje. Sin embargo, en China ahora la gente podría estar cometiendo un auténtico delito si piden más comida de la que necesitan.
Aunque muchos no entendemos la pregunta “¿qué haces con la comida que te sobra?” y disfrutamos devorar hasta el último bocado de los platillos en restaurantes, la verdad es que el desperdicio de alimentos es un grave problema en muchos países del mundo. China está consciente de esa situación y quiere disminuir el exceso de sobras en negocios de comida.
Al sumar los alimentos en buen estado pero con mal aspecto que se desechan de supermercados, restaurantes, locales de alimentos, y la que tiran las personas cuando piden comida a domicilio y no se la terminan, cada año en China hay un total de 35 millones de toneladas de alimentos desperdiciados.
Ahora los chinos no podrán organizar sus atracones en restaurantes ni tampoco publicar videos tipo Mukbang en los que hacen retos de comida, porque se están creando nuevas leyes para evitar que tengan más alimento del que pueden consumir.
El presidente Xi Jinping considera que esto es un problema angustiante y por eso establecieron una nueva Ley contra el desperdicio de alimentos de la República Popular China, en la que entre otras cosas se dice que la cantidad de platillos de comida en la mesa siembre debe ser menor al número de comensales.
Además, prohibieron publicar videos en los que una sola persona aparece comiendo muchos platillos o que alimentan en exceso a sus mascotas. Lo sentimos por los “firuláis” chinos que ya no comerán lo que le sobra a sus humanos.
Estas nuevas políticas antidesperdicio también contemplan multas para los restaurantes que no las cumplan. Se les puede cobrar hasta 1550 dólares en el caso de negocios de comida o hasta 16 000 dólares a las empresas que muestren comerciales con exceso de alimentos.
Hay países que desechan mucha más comida que en China, por ejemplo, Estados Unidos y su promedio anual de 66 millones de toneladas de alimentos desperdiciados. Al menos en aquellas tierras orientales ya están tomando cartas en el asunto.
Antes de llegar a estas medidas drásticas, quizá debieron haber hablado con nuestras madres y abuelas, porque sí algo nos enseñaron es que no te levantas de la mesa hasta que te dejes el plato limpio.