Imagina comprar un boleto de lotería, rascar y, de un momento a otro, ser millonario. Definitivamente este es el sueño de muchos, pero, por desgracia, no es tan sencillo y obtener un premio gordo es una ardua tarea en donde la suerte es la que manda. Sin embargo, en ocasiones, el universo conspira para dar las mejores sorpresas.
En 2019, John Watson y Mark Goodram, un par de hombres Mánchester, compraron unos boletos para rascar, pero nunca se imaginaron que podrían ganar cuatro millones de libras esterlinas. Estaban tan emocionados que el circuito cerrado de la tienda Waitrose, donde se encontraban, captó sus reacciones. Desafortunadamente, su suerte no duró mucho, pues había comprado los billetes con una tarjeta de débito robada.
Cuando Watson, de 34 años, llamó a Camelot UK, empresa vinculada a la Lotería Nacional, nunca dio su nombre para reclamar el premio. Pero las sospechas acrecentaron cuando Goodram, de 38 años, dijo que no podría recibir el dinero por transferencia bancaria a pesar de haber comprado los boletos con una tarjeta de débito. Fue ahí cuando Camelot refirió la investigación a la policía y el Equipo de Fraude Complejo se puso manos a la obra.
Cuando se descubrió que la tarjeta con la que se había comprado el boleto de lotería pertenecía a un hombre que no conocía a la pareja, se procedió a tomar acciones legales. Los ladrones ganadores fueron condenados el 14 de diciembre de 2021 a 18 meses de cárcel, acusados de tres cargos de fraude por falsa tergiversación.
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Este fue un caso bastante extraordinario, ya que las posibilidades de Goodram y Watson de reclamar esta tarjeta para raspar eran de una en cuatro millones; pero, desafortunadamente para ellos, habían comprado este boleto a sabiendas mediante fraudulentos medios.
—Michelle Wilkison, Equipo de Fraudes Complejos
El dinero del premio nunca estuvo en las manos de estos dos ladrones, por lo que nadie salió perjudicado. Pero, según Wilkinson, ella no duda de que los hombres habrían aceptado el dinero sin remordimiento por la forma en la fue obtenido.