La noticia de que el exejecutivo de la cervecería Corona, Antonino Fernández, muerto en agosto pasado, había dejado a cada poblador de la villa donde nació la cantidad de 3 millones de dólares es falsa.
La noticia se regó como pólvora, e infinidad de medios internacionales hicieron eco; sin embargo, una mala traducción de una agencia de noticias que pasó la nota al diario británico The Daily Mail y a la BBC tuvo la culpa, y estos medios citaron como fuente un diario local llamado Diario de León.
Medios de comunicación de todo el mundo publicaron que los 78 habitantes se convertirían en millonarios por la herencia del recién fallecido empresario. Antonino Fernández era el CEO del Grupo Modelo, fabricante de la cerveza Corona, y responsable en gran parte de su éxito.
Su fortuna era de 198 millones de dólares, la cual fue a parar a manos de sus familiares más cercanos, ya que no tenía hijos. Antonino Fernández nació en España, en la villa Cerezales del Condado en 1917. Su infancia la vivió en la pobreza y emigró a los 32 años a México en busca de fortuna.
Nunca olvidó su pueblo natal, y en el 2009 financió la Fundación Cerezales Antonino y Cinia, que tiene como misión el desarrollo del territorio a través de la cultura y la etnoeducación. No obstante, una mala interpretación de su testamento se prestó para la confusión.
“Hoy nos han llamado hasta de China. No es que el señor Fernández haya hecho una donación institucional al pueblo en su herencia. Bastante nos dio durante toda su vida. Es que le ha dejado el dinero a sus familiares, y muchos de ellos viven aquí”, dijo la recepcionista de la Fundación.
La herencia se repartió y va a ir a parar a primos lejanos y sobrinos del exdirector ejecutivo de Grupo Modelo.