Un francotirador canadiense ha roto el récord por la muerte confirmada más lejana en la historia del ejército. De hecho, no solo lo rompió, lo pulverizó, pues el récord anterior era de 2,475 metros, impuesto por un británico, y ahora registró 3,450 metros, según los reportes.
El récord quedó desecho y es probable que se necesiten muchos años para volver a romperlo. Las fuentes aseguran que el francotirador, miembro del equipo Joint Task Force 2, pudo matar a un rebelde del Estado Islámico con un rifle de francotirador McMillan TAC-50.
El disparo lo hizo desde la altura en una operación realizada en Irak el mes pasado. Aparentemente, tardó 10 segundos el viaje de la bala a su destino. La distancia es increíble. No solamente tiene un ojo superhumano, sino que tiene que tener en consideración la distancia, la curvatura de la Tierra, la caída de la bala y el viento.
Una fuente militar dijo: “El tiro en cuestión interrumpió un ataque del Estado Islámico a las fuerzas de seguridad iraquís”.
“En lugar de tirar una bomba que hubiera matado a muchos civiles en el área fue preferible la aplicación precisa de la fuerza a distancia, y permitió que los enemigos no tuvieran ni idea de lo que estaba pasando”.
¿Cómo sabemos que es cierto? Al parecer la muerte fue verificada intependientemente por video cámaras y otros datos. Otra fuente militar dijo:
No es una opinión, hay información y datos duros para confirmarlo. No es tampoco una aproximación, hay una segunda locación con el equipo necesario para confirmar el disparo.
El récord anterior era del soldado inglés Craig Harrison, y data de 2009. En esa ocasión, asesinó a un miembro de los talibanes con un 338 Lapua Magnum, desde 2,475 metros de distancia.
La fuente explicó que aunque se dice fácil, es un tiro en un millón. “A esa distancia, no solo tienes que tener en cuenta la balística, y el movimiento de la bala en el tiempo y distancia, sino que tienes que ajustar según el viento”.
Tienes que ajustar el tiro desde una posición más alta y tener en cuenta la caída de la bala de un punto A a un punto B y además la curva natural del proyectil. No solo eso, sino que tienes que considerar la curvatura de la Tierra.