Francia ha sorprendido al mundo al poner en operación la primera carretera solar; bueno, no es una carretera propiamente, pues apenas es un primer tramo de 1 km, pero por algo se empieza y sin duda es una gran noticia.
A pesar de que Normandía no es precisamente una zona muy soleada, en este lugar es donde se decidió instalar esta primera parte, por la que ya están circulando los coches.
Este tramo costó 5.2 millones de dólares… no es nada barato sinceramente, aunque a largo plazo se verán los beneficios, se supone.
Este kilómetro está cubierto por 2,800 metros cuadrados de paneles solares, que generan la energía eléctrica suficiente para alumbrar las calles de Tourouvre-au-Perche, el lugar por el que cruza esta carretera.
Se trata de una villa con 3,400 habitantes, los cuales ya reciben este beneficio de una energía limpia.
El gobierno francés aportó los recursos para su construcción y la expectativa es que poco a poco vaya bajando el costo, que en este momento es la principal dificultad para extender este ambicioso proyecto.
La carretera estará en un periodo de prueba de dos años, pero a la par se irán construyendo otros segmentos, hasta alcanzar los mil kilómetros en un lapso de 5 años. Estas rúas serán conocidas como Wattway, y la expectativa es que este kilómetro de paneles genere 280 Megavatios-hora (767 Kilovatios-hora diarios, llegando hasta los 1,500 kWh en verano).
Segolen Royal, del ministerio de Ecología en Francia, ha anunciado que este proyecto seguirá, a pesar de algunos cuestionamientos, ya que se ha seguido el modelo de la ruta para bicicletas que se tiene en Holanda, con 70 metros de paneles solares, y que se ha dicho “no funciona como se esperaba”.
Además, en promedio, Normandía tiene solo 44 días de sol, cuando, por ejemplo, Marsella tiene 170; no se entiende por qué se eligió este lugar para instalarla, pudiendo ser más productiva en otro lugar.
Obviamente se ha criticado el alto costo que esto representa, además de que el paso de los vehículos restará productividad al tapar la luz solar y además, el desgaste por el flujo hará que se requiera de constantes reparaciones, lo que implica más gasto.
Ante esto, la empresa Colas, quien desarrolló los paneles, luego de un proceso de 5 años, aseguró que el paso de automóviles, que se estima sea de unos 2 mil diarios, solo impide el paso del sol durante un 20% del día, por lo que el resto se aprovecha totalmente.
Para Marc Jedliczka, vicepresidente de la Red para la Transición Energética:
“Es una proeza tecnológica incuestionable, pero es, sobre todo, una cosa bonita de precio exorbitante. Hay otras urgencias si queremos desarrollar la energía solar en Francia, empezando por la simplificación de los procedimientos de colocación de paneles en los techos de los edificios”.
Sin embargo, parece que el gobierno no dejará este proyecto, pues ya han anunciado que seguirán con otro tramo en Bretaña; en la zona de descanso de Marzan y en Marsella.
Debido al monto de inversión y la expectativa de producción, el costo de cada vatio producido sería de 17 euros, lo cual es altísimo, si se toma en cuenta que las centrales fotovoltaicas generan más energía y a un promedio de menos de un euro por vatio.
A este respecto, Jean-Louis Bal, presidente del Sindicato de Energías Renovables comentó:
“Se trata de un prototipo que todavía debe responder a varias preguntas; su costo con el tiempo, su producción y su tiempo de vida dada sus condiciones de uso”.
No quedará más que esperar a ver los resultados, esperando que no se desperdicien esos 5.2 millones de dólares, aunque Segolen Royal aseguró que incluso ya hay interés por parte de los chinos y en algunas zonas de África, por aplicar esta tecnología.
Ya veremos…