Los tiempos actuales de competencia feroz requieren hacer alianzas estratégicas entre marcas, si es que quieren estar a la vanguardia en el mercado, así que algunas uniones que anteriormente parecían impensables, ahora las estamos viendo.
La industria automotriz está cambiando, y por eso Ford y Volkswagen, empresas clásicas en este ramo, decidieron conjuntar esfuerzos para desarrollar vehículos que tengan conducción autónoma y sean eléctricos, que es a donde apunta el futuro.
El acuerdo será para asociarse en cuanto a desarrollo de tecnología que se aplicará a los vehículos; no quiere decir que se fusionarán para crear modelos compartidos, solamente algunos componentes, como el sistema de alimentación mediante electricidad y el mecanismo que permite al auto conducirse de forma automática.
Jim Hackett, director ejecutivo de Ford, señaló:
Ford y Volkswagen siguen siendo independientes y ferozmente competitivos en el mercado, pero una asociación y el trabajo en Argo AI en esta importante tecnología nos permite ofrecer una capacidad, escala y alcance geográfico inigualables.
Volkswagen invertirá, a manera de financiamiento, 1,000 millones de dólares en Argos AI, que es el socio en el desarrollo de vehículos autónomos de Ford, además de proporcionarles la unidad de conducción autónoma que ya han utilizado en los modelos de Audi, que tiene un valor de 1,600 millones de dólares.
Esta parece ser una medida necesaria para Ford, quien en los últimos años no ha levantado en ventas, con cierres de varias plantas y despido de empleados en Europa, donde no logra consolidarse.
Esto no es de extrañar, ya que Nissan y Renault, así como PSA y Citroën, tienen alianzas de este tipo, y para VW representar ampliar sus horizontes para el futuro, porque a la fecha llevan cerca de 34,000 millones invertidos en el desarrollo de autos con emisión cero, y en la tecnología para autoconducción.
A través de esta sociedad, Ford planea lanzar al menos un auto eléctrico para 2023 en el mercado europeo, con la expectativa de vender 600,000 unidades, además de reorganizar algunas cuestiones, como dejar de producir sedanes en Estados Unidos, que se venden poco, y vender más autos comerciales en Europa, así como invertir en el desarrollo de camionetas eléctricas.
La expectativa es buena para ambas empresas, puesto que Ford está sólida en Estados Unidos y Volkswagen es líder en Europa, y sobre todo, con fuerte presencia en China, por lo que se exploran otras áreas en las que puedan colaborar, sin que esto implique una fusión de capital, para que sigan autónomas.