Parece ser que el norte de Europa tiene una percepción de sí mismo como el lugar más feliz del planeta. De acuerdo con el “World Happiness Report” de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Finlandia es el país más feliz del mundo, otra vez. ¿La razón? Pues sus políticas innovadoras, espacios recreativos y gobierno eficiente. A grandes rasgos, son la mera brga.
Finlandia obtuvo una calificación de 7.58 sobre 10 y así es el país más feliz del mundo por encima de otros paraísos (fiscales) como Suiza, Dinamarca, Islandia y los Países Bajos. Pero la cosa no es simplemente producto de la subjetividad, sino que la percepción de los pobladores se cruzó con las mediciones del producto interno bruto, es decir, se encontró una relación directa entre la buena economía y la buena vida. Qué sorpresa, ¿verdad?
Otros factores que se han señalado son la buena administración, así como el bajo índice de criminalidad. Dos características que muchos países de Latinoamérica no hemos conocido nunca. Por el lado de América, Costa Rica es el país más feliz, pues aparece en el lugar 28 del ranking, le sigue Uruguay y sus mates en la posición 30, Brasil, en el 39 y párale de contar.
Algunas políticas y condiciones geográficas hacen de Finlandia un país verdaderamente ejemplar. Por ejemplo, cuentan con grandes zonas naturales como bosques y lagos protegidos, por lo que las personas sienten una gran conexión con la naturaleza y tienen espacios de relajamiento.
Por esta razón muchas personas utilizan la bicicleta como medio de transporte. Además, practican deporte como en ningún otro lado, esto es, debajo de la tierra en bunkers que se han convertido en centros sociales y recreativos.
Y qué decir de su amor por los saunas, los baños de agua fría y el gusto por pagar impuestos elevados. La raza de “las finlandias” dice sentirse a gusto pagando cuotas elevadas porque eso se ve muy bien reflejado en los servicios públicos, así como en los apoyos gubernamentales que reciben. Por ejemplo, algunos subsidios para la educación y paquetes de apoyo para padres primerizos que incluyen ropa, alimentos y un apoyo monetario mensual. Así que, los finlandeses son felipillos desde chiquillos.
De acuerdo con Jeffrey Sachs, uno de los autores del reporte de la ONU, la felicidad se haya en estrecha relación con los buenos gobiernos (encabezados por mujeres) y la paz en los territorios, pues ha declarado:
La lección que se saca del informe, en estos diez años, es que la generosidad entre las personas y la honestidad de los gobiernos son cruciales para el bienestar.
Finlandia es un país innovador hasta en cuestiones de seguridad y reinserción social, pues tiene un sistema carcelario incomparable que permite a sus reclusos andar libremente dentro de las prisiones, lo cual hace que los índices de reincidencia criminal sean apenas del uno por ciento.
La única espinita de Finlandia es la melancolía de 5.5 millones de personas que viven los largos inviernos encerrados en casa, pues el gélido clima causa estragos en su ánimo. Aun así, se trata de un país con un excelente nivel de vida. Lástima que colinda con Rusia, quien actualmente se encuentra mal y de malas.