Si tienes un diamante rosado que vale 24 millones de dólares, lo más lógico es que lo guardes en una caja de seguridad en un banco o en una caja fuerte en un lugar de máxima seguridad en tu casa. Además, lo usarías solo en ocasiones especiales y con una vigilancia extrema para no perderlo o lo puedes incrustar justo en tu frente para tenerlo siempre contigo, como lo hizo el rapero Lil Uzi Vert.
Tal vez el cantante pensó que de esta manera no lo extraviaría, así que se sometió a un procedimiento quirúrgico para que el diamante, que estuvo pagando desde el 2017, quedara adherido a su frente, pues así no solo evitaría perderlo, también sería una manera de mostrarle a todos los millones que tiene.
He estado pagando por un diamante rosa natural de Elliot durante años. Esta piedra costó tanto que he estado pagando por ella desde 2017. Esa fue la primera vez que vi un diamante rosa natural real.
-Lil Uzi Vert en Twitter, en enero de 2021
No cualquiera se puede dar el lujo de tener una piedra así y menos de perderla, pero resulta que en el furor de un concierto, el rapero se lanzó del escenario para “surfear” sobre el público, lo que alguien aprovechó para tratar de quitarle el diamante de la frente, algo que nos recuerda a la escena en que Thanos le quita la Gema del Infinito a Vision.
Afortunadamente, el caso de Lil Uzi Vert no fue tan dramático como la cinta de Marvel, pues sus fans no lograron arrancar el diamante totalmente y pudo conservarlo, de lo contrario, todavía estaría llorando por perder su preciada gema rosa. El rapero comentó sobre lo sucedido:
Tuve un show en Rolling Loud (festival en Miami), y salté a la multitud y como que lo arrancaron.
El cantante informó que se encuentra bien y que no tiene algún daño en la piel. Además, dijo que aún conserva el diamante. Por lo pronto, se colocó un piercing en su lugar, pero se desconoce si incrustará la joya de nuevo o tal vez ahora sí la meterá en una caja de seguridad. Tampoco se han dado detalles sobre el responsable y si habrá alguna acción legal en su contra. Los lujos son costosos y en ocasiones es incluso más caro tratar de cuidarlos.