El pasado 22 de julio se publicó un artículo en la revista Somos del diario El Comercio, en él hablaban del genio creativo y estandarte del diseño peruano Cristhian Hova, que había trabajado haciendo cuatro portadas alternativas para películas de Marvel y once para DC Comics, además de tres portadas para The New Yorker. Todo un orgullo… De haber sido cierto.
Su impresionante currículo resultó ser una farsa, así que, de ser un representante del diseño en Perú, se convirtió en la persona más odiada en su gremio y el hazmereír de todo Internet, pues los trabajos que presumía estaban en las mejores publicaciones, en realidad tenían otra imagen como portada.
La trama de mentiras fue descubierta por el periodista Diego Salazar, un fanático del New Yorker, que al leer dicho artículo terminó con curiosidad por conocer más sobre las portadas que dicho diseñador se adjudicó, así que empezó una investigación que revelaría todo.
Mientras que en sus redes sociales Hova afirmaba que su ilustración fue la portada del artículo Trump no se controla a sí mismo, en realidad la portada era una imagen de Al Drago, fotógrafo de The New York Times.
Esta es la verdadera imagen del artículo:
También se encontró que la portada de Hova es muy parecida a la portada de Enero de 2017 de The New Yorker, titulada In Wheels, de Barry Blitt:
Lo mismo mencionó con una portada del obituario de David Bowie:
Esta es la imagen original:
En una entrevista hecha por El Comercio meses antes a este artículo, Hova dice cómo fue que surgió el contacto con The New Yorker:
A través de una agencia con la que trabajo. Yo solo hice el dibujo y ellos se encargaron de todo.
Estas declaraciones fueron publicadas por El Comercial, sin corroborar información, ni antes, durante, ni después de la entrevista.
Otra de las mentiras de este diseñador fue alardear en redes sociales con una fotografía de Liam Gallagher, de Oasis sosteniendo uno de sus diseños y que supuestamente Hova había hecho para él.
Todo resultó ser un montaje sobre esta imagen, que fácilmente se puede encontrar en Google:
Quizá el error más grande de este diseñador fue creer que nadie sabía cómo usar el Internet para corroborar su información, la cual resultó ser mentira.
Tras toda la polémica causada, el diario publicó una fe de erratas, en donde se disculpa por haber sido parte de esta farsa:
Después de este escándalo a este diseñador no le quedó más que emitir un comunicado disculpándose por lo sucedido:
Cristhian Hova ya ha eliminado todas sus redes sociales y su página personal, en donde tenía una sección para vender sus trabajos.
Está bien tener grandes sueños cuando eres diseñador, lo malo es cuando te inventas un currículo impresionante e intentas engañar a todo el país con tu impresionante carrera, esperamos que él y otros aprendan la lección.