Un nuevo estudio del valor nutricional de la carne humana muestra que en comparación con otros animales del periodo paleolítico, no era especialmente conveniente comerla. Así que si es tu costumbre alimentarte del prójimo, tal vez deberías cambiar de hábitos, si no por otros motivos, al menos por motivos nutricionales.
“Cuando nos comparas con otros animales, no somos nada nutritivos”, dice el autor del estudio James Cole de la Universidad de Brighton, quien publicó su trabajo en Scientific Reports.
Según sus estimaciones, los jabalís y los castores tienen alrededor de mil 800 calorías por cada kilo y medio de músculo, mientras que el humano modernos solo tiene 650. Pero entonces, si no son especialmente nutritivos, ¿porqué existía el canibalismo si además es difícil cazar humanos?
“Tendrías que asistir a un festival de cacería y perseguir a la gente, porque además, no se iban a parar ahí a esperar que los atravieses con una lanza”, advierte Cole.
En lugar de eso, Cole cree que tal vez no todo el canibalismo tenía la finalidad de saciar el hambre; podría servir más bien a otro tipo de necesidades de los humanos primitivos y sus ancestros.
Raíces caníbales
Los arqueólogos han encontrado evidencia de que el canibalismo en el árbol de la familia humana tiene por lo menos 800 mil años. Aunque las marcas en los huesos de los comidos no pueden revelar los motivos, los restos ofrecen algunas pistas de porqué esta actividad fue tan repetitiva en la historia de la humanidad.
Por ejemplo, en la cueva Gran Dolina en España, los restos de ovejas, bisontes y venados se mezclan con los de al menos 11 humanos, todos niños o adolescentes, cuyos huesos muestran signos de canibalismo.
Además de las marcas que muestran carne arrancada de los huesos, la evidencia sugiere que los residentes de Gran Dolina se comían los cerebros de sus víctimas.
Evidencia de la cueva Gough en Inglaterra sugiere que en el Paleolítico la gente practicaba el canibalismo y tal vez usaba las calaveras humanas para rituales. Según la evidencia, por más de cien mil años, la práctica de canibalismo era regular.
Los restos estaban mezclados con los de otros animales y habían sido preparados del mismo modo, llevando a los antropólogos a pensar que el canibalismo en ese sitio podría no haberse llevado a cabo en emergencias de falta de alimento o como un comportamiento ritual.
Es posible que la carne humana fuera un suplemento común en su dieta, o que los jóvenes o renegados fueran caníbales para marcar un territorio. Eso es lo más probable en casos de canibalismo prehistórico, asegura Silvia Bello del Natural History Museum en Londres.
“Estoy de acuerdo con Cole sobre la idea de que el canibalismo Paleolítico era probablemente practicado como elección y no como necesidad”, dice. “Pero creo que encontrar el motivo por el que se hacía es algo muy difícil”.
¿Carne es carne?
En algunos casos, el canibalismo pudo ser solamente práctico. “El punto no es si es una alternativa nutritiva”, dice el antropólogo Erik Trinkaus de la universidad Washington de San Luis. “Es un asunto de sobrevivencia cuando no hay más fuentes de comida, cuando han muerto miembros del grupo, y los miembros sobrevivientes consumen sus cuerpos”.
Cole reconoce que su estudio está basado solo en humanos modernos, y que ciertamente nuestro ancestros no contaban las calorías a la hora de planear la cena. Tal vez, dice él, el mensaje es que la gente de hace mucho tiempo, tenía motivos mezclados para practicar el canibalismo. Más de los que creemos.
Después de todo, el canibalismo humano en siglos recientes tiene muchas raíces, incluídas la sobrevivencia, las creencias espirituales y la psicosis.
Más probablemente, la gente de la antiguedad sobrevivía siendo increíblemente oportunista, y a veces caníbales, dice Bill Schutt, un profesor de biología en la universidad de Long Island, quien es autor del libro Canibalismo: Una historia natural perfecta.
“El canibalismo es extremadamente común en el reino animal”, dice Schutt, y lo humanos no son la excepción. “Lo que lo hace distinto son los rituales, la cultura, los tabús”, dice. “Hemos sido formados para creer que el canibalismo es lo peor que puedes hacer”.
Ciertamente, Cole dice que saber la cantidad de calorías que tienen los humanos fue un poco desconcertante, pues lo hizo pensar cómo era el canibalismo. Eso, “me hizo difícil comer tocino en por lo menos un año”, dice.