La llamada “Generación de Cristal”, a la que todo le parece políticamente incorrecto, a la que todo le parece perturbador y la hace sentirse mal, ahora tiene un nuevo objetivo: las clases de Historia que tienen que ver con la Segunda Guerra Mundial, porque dicen que es algo demasiado fuerte y pues no es necesario ir a sufrir a la escuela con algo que ya pasó, ¿no?
Freddie Bentley tiene 22 años de edad y es influencer en Reino Unido, y recientemente se hizo notar por su petición de que los estudiantes ya no reciban información sobre la Segunda Guerra Mundial por considerar que puede ser algo perturbador. No sabemos si en realidad cree esto o solo lo hace precisamente para ganar notoriedad.
Según Freddie, el enseñarle a los jóvenes sobre algo tan “intenso” como la guerra, los campos de concentración y tanta muerte puede causar un daño a la salud mental de los estudiantes y hasta un trauma permanente en sus pobrecitas existencias, así que considera que lo mejor es que se eliminen estos contenidos y quienes acuden a las aulas mejor no se enteren de lo sucedido.
Por si fuera poco, se presentó en la televisión en el programa Good Morning Britain, y como era de esperarse tuvo muchas reacciones en contra, aunque tal parece que eso es lo que buscaba, simplemente generar polémica y que las personas hablaran de él. Dicen que es preferible que hablen mal de ti a que ni siquiera te tomen en cuenta, y parece esa es la filosofía de muchos influencers.
Fue una situación difícil, la Segunda Guerra Mundial; no quiero que nadie piense que soy irrespetuoso. Recuerdo haberlo aprendido de niño pensando: ‘Dios mío, es tan intenso’.
—Freddie Bentley
¡Esto me hace enojar tanto! ¡Sin las personas que pelearon esa guerra, los idiotas como este joven no tendrían el derecho para ser o hacer lo que ellos quieren! ¡Ellos pelearon por nuestra libertad! ¡Así que aprende acerca de esto, cretino!
Así como esta crítica le llovieron comentarios para calificarlo de ignorante, entre otras cosas, aunque insistió en que hablar sobre tantas muertes no hará que “las cosas sean mejores”. Tal vez no, pero se le olvida que quien no conoce su pasado está condenado a repetirlo, y esto no solo es una frase sino una ley universal de la que no hay escape.