Esta historia de amor canino comienza en 2011 con un perrita callejera y Michael J. Baines, un gerente de restaurante que recién llegado a Tailandia la encontró llena de heridas afuera del local: “la alimenté esa tarde y ella regresó a la misma hora todos los días. Ese fue el inicio y después, seguí adelante”.
Ahora Michael alimenta más 80 perros callejeros, ese fue el principio de esta gran labor; una rutina diaria en la que hace más de 12 paradas en su jornada de tres turnos (antes, durante y después de trabajar).
Él alimenta a los perros con comida seca, arroz cocido con caldo de pollo, pescado o cerdo para darle algo de sabor. También, una vez al mes agrega a la comida medicamento para prevenirlos de parásitos, pulgas y garrapatas.
Baines y su equipo de rescate se encargan de cerca de 200 perros: 80 en las calles, 80 en la perrera, 40 en su centro de adopción y 11 que él ha adoptado (todos rescatados de la calle). A la fecha ha rescatado 104 perros.
Sin embargo, cuidar de estos animales no es un trabajo fácil o económico: tan sólo alimento y medicamento tiene un costo prometido de 250,000 Baht (7280 dólares).
“Las personas se refieren a los perros abandonados en Tailandia como ‘un problema de perros’. Sin embargo, yo pienso que es son las personas la verdadera problemática”.
Ante la problemática de los perros callejeros, en Tailandia se ha adoptado el envenenamiento como medida de control, puesto que resulta más barato y simple que darles alojamiento o buscarles un hogar.
“Si las personas fueran más compasivas y responsables con sus mascotas, educaran a sus hijos en la escuela, el problema lentamente desaparecería y los perros podrían vivir felices en un hogar amoroso, en vez de estar por las calles buscando alimento, agua, o seguridad”.
Mientras esta situación cambia, Baines sigue involucrándose más en su trabajo altruista, y en los últimos dos años su organización no lucrativa ‘The Man Who rescues dogs’ (El Hombre que rescata perros) ha esterilizado y castrado a cerca de 100.
De igual forma, su organización ha recaudado 35 mil dólares para extender el área del refugio para perros, a cerca de 1800 metros cuadrados. También se agregará una zona con pasto, árboles, una piscina y un cuarto con veterinario. Con esta acción no sólo aumentará la capacidad de hospedaje, sino que se verá una gran mejora en la calidad de vida de los perros que ahí se encuentren.