El Covid-19 se extiende a pasos agigantados alrededor del mundo, siendo unos pocos países los más afectados, como China en su momento, Italia y España. Pero en este momento el país que lidera en el planeta con el mayor número de casos confirmados de coronavirus es Estados Unidos.
Y pensar que hace algunas semanas el presidente de aquel país, Donald Trump, dijo no estar preocupado pues solo contaban con cinco personas contagiadas. En menos de un mes se ha demostrado que Estados Unidos no estaba tan preparado como creían para controlar esta enfermedad, y este viernes se ha declarado como la nación con más infectados por Covid-19, superando a China, donde se originó.
Más de 100,000 personas han dado positivo por el virus, según datos de la Universidad Johns Hopkins, de Baltimore, Maryland; y tan solo este viernes se sumaron casi 15 mil nuevos casos y reportaron 241 muertes.
A pesar de que el presidente Trump intentó desacreditar estos informes, llamándolos “un nuevo engaño” de los demócratas, la realidad es que el virus se está expandiendo cada vez más rápido.
Hace dos días el presidente dijo que le encantaría “abrir el país” para Semana Santa, incluso cuando los informes indicaban que el número de muertes por coronavirus de Estados Unidos se duplicaba cada tres días, en comparación con Italia donde se duplicó a los cinco días.
Si bien el número de muertes no es tan alarmante como en otros países, pues se han reportado tan solo 1,500 fallecidos por Covid-19, esto tampoco le resta importancia a los casi 5,000 casos nuevos por jornada. Tan solo el estado de Nueva York reportó cerca de 40,000 positivos.
El gobernador de este estado, Andrew Cuomo, advirtió que las cifras seguirán escalando hasta un “pico máximo” estimado dentro de 21 días, por lo que están intentando anticiparse por todos los medios posibles.
A pesar de la evidente crisis de salud por la que está pasando esta potencia mundial, el presidente Trump sigue evitando a toda costa darle el poder al gobierno federal para fabricar y suministrar equipos médicos críticos; incluso, envió una carta a los gobernadores este jueves diciendo que su administración planeaba relajar las pautas federales sobre el distanciamiento social y empezar a abrir por completo el país para el domingo 12 de abril, a pesar de que los expertos continúan alertando de que esa apertura puede significar una catástrofe sanitaria y, sobre todo, humana.
A principios de esta semana el Secretario General de la ONU, António Guterres, recordó a los líderes del G20 que las infecciones se han acelerado a una velocidad vertiginosa:
Le tomó al mundo tres meses alcanzar 100,000 casos confirmados de infección. Los siguientes 100,000 ocurrieron en solo 12 días. El tercero tardó cuatro días. El cuarto, solo uno y medio. Este es un crecimiento exponencial y solo la punta del iceberg.
Este panorama no pinta nada bien para el vecino del norte. Esperemos ver cómo se desarrolla esta noticia en las siguientes semanas.