El Departamento de Manejo de Tierras en los Estados Unidos recomendó matar a 45 mil caballos salvajes y burros en todo el país con la intención de que las tierras sean entregadas a rancheros particulares.
La organización Humane Society of the United States (HSUS) dio a conocer la intención del gobierno norteamericano y, rápidamente, tuvo gran respuesta en redes sociales, por lo que el departamento dijo que reconsiderará su propuesta.
HSUS dijo a través de su vocero, Holly Hazard, vicepresidente:
“La decisión de la BLM de destruir los 45 mil caballos salvajes que están en las instalaciones es una completa abdicación de la responsabilidad de su cuidado, la agencia no debería estar en esta situación por su mal manejo”.
Los protectores de los animales se sintieron destrozados por la sugerencia y se ofrecieron a ayudar con alternativas a la masacre. Las alternativas han sido ignoradas por 20 años, según Hazard, los caballos y burros han sido rodeados por el gobierno y sacados de su habitat para darle espacio a los ranchos.
En las instalaciones de gobierno, los caballos han sido abandonados en corrales a más de cien grados fahrenheit sin lugar para protegerse. Las instalaciones se están sobrepoblando y aunque la agencia asegura que no matan a los caballos, según una investigación reciente, muchos caballos se vendieron a un ranchero de Colorado, quien los envió a México para ser sacrificados.
Menos de 50 mil caballos salvajes siguen libres, luego de que 270 mil fueron despojados de su habitat desde 1971.
“Con la población de caballos críticamente baja, la matanza que se planea apunta a un genocidio”, dijo el grupo. Además, se reporta que la agencia les da trato inhumano a los caballos para esterilizarlos, con procedimientos tortuosos que muchas veces los llevan a la muerte.