En gustos se rompen géneros y cada quien tiene su favorita; personalmente votaría por Apocalypse Now, Full Metal Jacket o The Deer Hunter, pero la mayoría siempre tiene la razón cuando se trata de encuestas y en este caso, la mejor película de guerra de todos los tiempos es Saving Private Ryan.
La película de 1998 fue considerada la mejor en Ranker. Parece encontrar el balance perfecto entre violencia, gore, sentimentalismo y drama para crear una historia brillante ganadora de cinco Óscares.
Para muchos, la película podría terminar en los primeros 10 minutos, donde la escena inicial probablemente es la más memorable. Sin embargo, si terminara ahí, no podríamos ver la de la torre con un gran monólogo seguido de la muerte explosiva del soldado Jackson.
No es una sorpresa que haya sido votada como la número uno. En segundo lugar, apareció Full Metal Jacket, en tercero Apocalypse Now, en cuarto Platoon y en quinto Band of Brothers.
Siempre está la cuestión de si hay otro género en el cine que pueda evocar tantas emociones humanas en más de 90 minutos. Para ser honestos, probablemente no. Saving Private Ryan es una de esas películas, similar a Dunkerque, lanzada este año aunque claro, con la debida distancia.
Además, son películas que tienen una historia inspirada en la vida real. En la película de Spielberg todo gira en torno a la búsqueda de un sobreviviente de cuatro hermanos muertos en la guerra, pero décadas antes, una historia muy similar había tenido lugar.
Fritz, Bob, Preston y Edward Niland eran cuatro hermanos irlandeses de Nueva York que sirvieron en la Segunda Guerra y tres de ellos estuvieron en el desembarco del Día D.
Tres murieron en batalla y debido a ello, se lanzó una misión para buscar al último de la familia para salvar el apellido.
Edward Niland fue reportado como desaparecido en acción cuando su avión fue derribado por ametralladoras en la jungla de Burma.
El teniente Preston murió liderando un pelotón de la 4a división de infantería y defendiendo a los heridos; Robert cayó en paracaídas en Francia, pero fue muerto en combate peleando en la villa de Neuville-au-Plain.
Fritz, el hermano en que se basó la película, era el último de los cuatro que se creía estaba aun con vida, pero se separó de sus compañeros en líneas enemigas. Eventualmente fue encontrado con vida y regresó seguro a casa con su madre cuando se enteró de la muerte de sus hermanos.
Increíblemente, Edward Niland estaba vivo y cautivo en un campo japonés de prisioneros en Burma. Fue liberado en 1945 y volvió a casa.
En una carta conmovedora de Bob (Robert) a su madre durante la guerra, el sargento dijo:
Todos tus hijos volverán sanos a casa. No te preocupes, esta guerra terminará pronto. Un día estaremos todos juntos de nuevo y todo esto parecerá solo un gran sueño. Al menos nadie podrá decir que los cuatro hijos del señor y la señora Niland fueron desertores.