Un grupo de pescadores encontraron un verdadero tesoro en el Golfo de Maine, Estados Unidos. Se trata de una rara langosta amarilla, y las probabilidades de atrapar un ejemplar de este tipo es de uno en 30 millones, pues es una extraña mutación de esta especie que hace que la pigmentación sea diferente y les da este tono amarillo.
Luego de que terminó en sus redes, los pescadores la donaron al Centro de Ciencia Marina de Nueva Inglaterra para su estudio. Se duda que la devuelvan a su hábitat natural, ya que, según los expertos, tienen pocas probabilidades de sobrevivir, pues su color las hace más visibles que las demás para los depredadores.
Marly Babbin, encargado del puerto, fue quien la encontró e hizo la donación, pero antes de eso, junto a sus compañeros de pesca la bautizaron como Banana, por su color. La emoción fue enorme, pues incluso entre los pescadores más experimentados, nunca habían visto algo así.
Para los investigadores también es una gran oportunidad de estudiar a esta mutación de la especie y saber un poco más del leucismo, que es lo que provoca la diferencia en el color. Además, en este centro actualmente investigan sobre el impacto del cambio climático en la zona y quieren saber si hay relación con la mutación en la pigmentación.
Sin duda, la naturaleza no deja de maravillarnos al regalarnos este tipo de cambios. Ahora habrá que esperar que esto no sea causado por contaminación o el cambio climático, de lo contrario, en lugar de ser un gran descubrimiento, sería un ejemplo más de cómo los humanos vamos acabando con el planeta.