Se supone que los arqueólogos deben resguardar las piezas históricas que encuentran, de manera que se conserven intactas y no se dañen. Sin embargo no todos hacen bien su trabajo, ya que un grupo de arqueólogos recibió fuertes críticas después de descubrir y abrir ataúdes del antiguo Egipto.
Esto ocurrió el sábado 3 de octubre, un equipo de especialistas del Consejo Supremo de Antigüedades de Egipto exhibió 59 ataúdes que contenían los restos de sacerdotes y empleados de la dinastía XXVI.
Ante una gran audiencia interesada en descubrir más sobre los sarcófagos, los arqueólogos procedieron a abrir uno de los ataudes, descubriendo los restos de una individuo que fue enterrado hace casi 2,500 años.
Los sarcófagos fueron descubiertos en la necrópolis de Saqqara, un sitio del patrimonio mundial de la UNESCO ubicado al sur de El Cairo, cerca de Memphis. Los ataúdes habían sido enterrados en tres pozos de 10 a 12 metros junto a 28 estatuas del dios halcón Socar, uno de los dioses dunerarios antiguos más idolatrados.
El secretario general del Consejo Supremo de Antigüedades de Egipto, Mostafa al-Waziri, dijo estar orgulloso por el trabajo realizado por sus colegas y los descubrimientos. Sin embargo, por muy interesante e históricamente significativo, muchos creen que abrir los ataúdes es una profunda falta de respeto hacia los difuntos y las creencias religiosas que tuvieron en vida.
Muchos usuarios de redes sociales reprobaron la deliberada decisión de estos arqueólogos. Uno de ellos escribió: “Es súper irrespetuoso porque la única razón por la que fueron enterrados en estos sacófagos fue para que pudieran ser guiados a la otra vida y nosotros dijimos, jaja, no”.
Otro más dijo: “Creían que la vida después de la muerte solo duraría tanto como tu cuerpo. Es por eso que se tomaron todas las molestias de la momificación en primer lugar. Así que esto es más que una falta de respeto, es el equivalente a arrancar a alguien del cielo”.
Según el sitio web de la Enciclopedia de Historia Antigua, el entendimiento egipcio antiguo del alma humana dictaba que los cuerpos terrenales debían ser preservados para que el alma pudiera tener la oportunidad de la vida eterna en un reino conocido como El Campo de Cañas.
Al ingresar al Campo de las Cañas, el difunto encontraría formas idealizadas de todo lo que dejaron en la Tierra. Sus bienes, que fueron enterrados con su cadáver, estarían allí para que los usaran en la otra vida.
El cuerpo se consideraba como uno de los nueve aspectos separados del alma de una persona y se le llamaba Khat. Para entrar en El Campo de las Cañas, el Khat necesitaba existir para que Ka (la forma doble de una persona) y Ba (“un aspecto de pájaro con cabeza humana”) pudieran reconocerlo.
Con esto en mente, se dedicó gran atención y cuidado a preservar los restos de una persona con la esperanza de que esto le diera la mayor oportunidad de tener la vida eterna.
Si bien es verdad que para conocer la historia es necesario poder llegar a ella, en este caso abriendo los sarcófagos para conocer un poco más de la cultura de la época, entiendo completamente a quienes creen que estos arqueólogos profanaron las creencias de aquellos enterrados en estos ataúdes. ¿Ustedes qué opinan?