Si eres de los que creen que la poesía no sirve para nada, te equivocas, pues incluso te puedes convertir en millonario… Aunque, claro, tiene su riesgo. Más de 35 mil personas estuvieron buscando un tesoro, pero como debía suceder, sólo uno se quedó con él, gracias a su habilidad para encontrar las pistas de su ubicación a través de un poema.
Hace 10 años que Forrest Fenn, un coleccionista de arte en Estados Unidos, decidió enterrar un cofre con joyas y otros artículos que en total alcanzan un valor de un millón de dólares, esto porque en 1989 fue diagnosticado con cáncer y con el paso de los años pensó en dejar un legado, además de compartir algo de su fortuna.
Su plan parece digno de una película de Indiana Jones… Bueno, no tanto, pero sí de una cinta de aventuras y cazadores de tesoros menos listos que el célebre personaje de Harrison Ford. La cosa es que Forrest escondió el tesoro, y en su libro de memorias La emoción de la persecución escribió un poema que era la clave para encontrar el lugar exacto donde estaba el cofre.
Afortunadamente el coleccionista pudo vencer al cáncer; sin embargo, decidió seguir adelante y dejó el cofre enterrado para que 10 años después finalmente alguien lo encontrara, cosa que no fue fácil, pues decenas de miles lo buscaban y se sabe de al menos cinco personas que murieron mientras trataban de dar con el tesoro.
El hombre que lo encontró prefirió no revelar su identidad, aunque le mandó varias fotos a Forrest para comprobar que ahora el cofre es suyo, mismo que encontró entre la vegetación en la zona de las Montañas Rocosas en Santa Fe, Nuevo México, no sin antes pasar muchas horas leyendo, releyendo y analizando el poema.
Por supuesto que podemos imaginar la emoción del aventurero que encontró el tesoro, aunque para Forrest el sentimiento es agridulce, ya que, por un lado, le emocionó el que lo hayan encontrado, aunque por otra parte también se siente triste porque la búsqueda terminó. Con esto se confirma que leer poesía no es una pérdida de tiempo.
La solución a todo esto es que busque de nuevo entre su amplia colección de arte, y seguramente encontrará algunos objetos más que pueda volver a enterrar y así iniciar de nuevo con este divertido y atractivo juego que le puede garantizar otros diez años o más de diversión. Vale la pena la inversión.