Esta historia de venganza es verdadera, sucedió en Bogotá, Colombia, y parece salida de un thriller de acción. Resulta que un paramédico, de nombre Ángel Giovany Aparicio, estaba afuera de su domicilio cuando se generó una balacera entre narcotraficantes. Lamentablemente, Ángel estaba en el peor lugar y en un mal momento, pues una bala perdida fue directo a su pecho y perdió la vida camino al hospital.
Cuando la policía local investigó los hechos, concluyó que el chico nada tenía que ver con los delincuentes, todo fue una serie de sucesos fortuitos. Su novia no estaba totalmente convencida y tras colaborar con la policía de Bogotá, la mujer encontró en redes sociales al asesino de su novio, al cual contactó inmediatamente.
Su plan de venganza comenzó normal, la chica empezó a entablar una amistad con el hombre, que después de meses se convirtió en una relación, ella lo conquistó completamente.
El asesino y la mujer intercambiaban mensajes, fotografías íntimas -donde ella se mostraba sin rostro- de esa manera lo convenció de que cumplía un arresto domiciliario, razón por la cual les era imposible conocerse.
Gracias a la confianza generada, el asesino le confesó ser el autor material del homicidio y le confesó toda la historia respecto a la noche en que Ángel Giovany perdió la vida.
Al parecer el hombre tenía la misión de asesinar a un hombre distinto, que vivía en el mismo barrio que ellos. Para no levantar sospechas, el asesino decidió disparar a una pareja que se encontraba en el lugar y mató al hombre. Su novia estuvo presente en el crimen.
Con esta información, la chica acudió a las autoridades para corroborar que el hombre formaba parte de una banda criminal que operaba en Bogotá. Los oficiales detuvieron al homicida y a varios integrantes del grupo, quienes fueron acusados de homicidio, narcotráfico, portación ilegal de armas, entre otros delitos.