Una de las herramientas más letales en la educación de los niños, al menos de generaciones anteriores, es “la chancla”, ese calzado de hule que las madres y abuelas saben manejar con la maestría de un ninja, para corregir a quienes se portan mal.
Pero al menos en Sinaloa, México, perderán ese poder ancestral, ya que se emitió una ley que prohíbe el castigo físico como método correctivo, y por supuesto, eso incluye a la temida chancla.
La propuesta de la Comisión de Equidad, Género y Familia del Congreso de Sinaloa, fue aprobada por unanimidad, en la que se incluye cualquier tipo de maltrato físico por parte de los padres, como forma de castigo a sus hijos.
En la nueva ley se explica:
Abstenerse de cualquier atentado contra su integridad física, psicológica o actos que menoscaben su desarrollo integral; así como de ejercer cualquier tipo de violencia en su contra, en particular el castigo corporal. El ejercicio de su patria potestad, tutela o guarda y custodia no podrá ser justificación para incumplir la obligación prevista en la presente fracción.
Aunque tiene un nombre gracioso, la realidad es que el tema es bastante delicado, ya que de acuerdo a especialistas, la violencia física deja hondas huellas en el niño, lo que limita su desarrollo, además de que se han visto casos en que el castigo físico puede llegar a niveles de extrema crueldad, e incluso al homicidio.
Lo ideal es enseñar límites a los niños, pero sin aplicar castigos físicos, porque de lo contrario, afirman sicólogos, esto puede generar en un comportamiento violento cuando crezcan, o bien, en una personalidad inhibida y temerosa.
Por lo pronto, cientos de niños de Sinaloa estarán muy contentos de verse protegidos de la amenazadora chancla.