En China se descubrió el fósil esquelético de un embrión de dinosaurio en perfectas condiciones y lo han llamado “Bebé Yingliang”. Los científicos estiman que data de hace 66 millones de años y aseguran que se trata del fósil in ovo más hermoso que hallan encontrado.
El dinobebé pertenece al periodo cretácico, por lo que podría tener entre 72 y 66 millones de años de edad. Fue encontrado en el sur de China, pertenece al suborden theropoda y es, específicamente, un oviraptosaurio, que quiere decir “lagarto ladrón de huevos”.
Los investigadores han señalado que el huevo mide 17 centímetros, mientras que el esqueleto del embrión mide alrededor de 27 centímetros, lo cual da una idea de qué bien replegado se encontraba dentro de su cascarón. Lo más asombroso para el equipo de paleontólogos es que el dinosaurio se encuentra en una posición idéntica al de una gallina a punto de eclosionar su huevo.
Es interesante ver que este embrión de dinosaurio y un embrión de pollo posan de manera similar dentro del huevo, lo que posiblemente indica comportamientos similares antes de la eclosión.
—Fion Waisum Ma, paleontólogo de la Universidad de Birmingham
El bebé fue encontrado en el año 2000 y se encontraba en el reservorio del Museo de Historia Natural de la Piedra de Yingliang, en China, y fue hasta ahora que se comenzó a investigar. Luego de dos décadas, este pequeño ladrón de huevos dio una gran sorpresa a los científicos al mostrar su excelente estado de conservación, aunque no tiene dientes. Ahora será analizado con rayos X para obtener una mejor imagen de su esqueleto.
Los paleontólogos se encuentran entusiasmados por todo lo que pueden aprender respecto al vínculo entre las aves modernas y los dinosaurios, desde su gestación, reproducción hasta sus hábitos. Sin embargo, no pueden dejar de señalar la hermosura de este bebé. Así se expresó Steve Brussatte, coautor del artículo que presentó el hallazgo:
Uno de los fósiles más bellos que he visto nunca. Una prueba más de que muchos rasgos característicos de las aves actuales evolucionaron primero en sus antepasados dinosaurios.
Al “Bebé Yingliang” todavía le aguardan grandes aventuras científicas, pues los estudios apenas comienzan y las comparaciones anatómicas están en sus inicios, pero podría ser el toque maestro de la relación entre las aves y los dinosaurios.