¿Las redes sociales, como Facebook y Snapchat han ayudado a detener a los adolescentes para que no tengan relaciones sexuales? Nuevas cifras indican que los embarazos en adolescentes han caído a un mínimo histórico desde el boom de las redes sociales.
Las tasas de embarazo adolescente casi se han reducido a la mitad desde el nacimiento de las redes sociales como un fenómeno global.
La tasa de embarazos entre las jóvenes menores de 18 años en Inglaterra y Gales se ha reducido en un 45 por ciento desde 2007, y ahora se sitúa en el nivel más bajo desde que comenzaron los registros, hace casi 50 años, según la Oficina Nacional de Estadísticas en Reino Unido.
Esta sorprendente disminución en embarazos en adolescentes ha llevado a una serie de teorías que incluyen clases de educación sexual pagadas; el cambio de actitudes de los jóvenes respecto a la maternidad, y el impacto de los inmigrantes.
Pero otros han especulado que podría ser porque los jóvenes simplemente pasan menos tiempo, físicamente, en la compañía del otro, después que las redes sociales se volvieran un fenómeno global en 2007, un año después de que Facebook se expandió más allá de los campus universitarios.
La caída en el número de embarazos en adolescentes se ha visto acompañado por una disminución en otras conductas de riesgo, como tradicionalmente era la bebida y el consumo de drogas.
Sin embargo, algunas organizaciones benéficas y expertos en niños y adolescentes han advertido en repetidas ocasiones que la explosión de los medios sociales expone a los jóvenes a nuevos peligros en línea, como el “sexting”, y la explotación sexual por parte de extraños.
Ante esto, las estadísticas sugieren que el cambio en cómo los adolescentes conducen sus vidas socialmente, también podría estar ayudando a hacerlos más seguros.
¿Qué pasó con la juventud irresponsable? Parece que los jóvenes son más cultos que nunca. En general, 22,653 niñas menores de 18 años quedaron embarazadas en Inglaterra y Gales en 2014, una caída de casi siete por ciento en un solo año. Entre menores de 16 años se redujo en un 10 por ciento en el mismo período.
La tasa de concepciones entre menores de 18 años se redujo de 41.6 por cada 1,000 niñas en 2007, a 22.9 de cada 1,000 en 2014.
Algunos directivos han defendido los servicios de salud sexual que se aplica en las escuelas, y aseguran que gracias a esto los embarazos en adolescentes han caído en un 22 por ciento.
El profesor David Paton, economista de la Universidad de Nottingham, fue uno de los primeros en sugerir un efecto de las redes sociales en los embarazos. Dijo que era sorprendente que unpatrón similar está surgiendo en otros países como Nueva Zelanda.
“Encaja potencialmente en términos de tiempo. La gente [aparentemente] pasa más tiempo en casa. En lugar de sentarse en las paradas de autobús, con una botella de vodka, ahora se reúnen de forma remota con sus amigos”.
Sostuvo que un mejor acceso a la anticoncepción no puede explicar la caída, ya que coincide con los recortes en los servicios de salud sexual, en muchas áreas, en medio de un período de gran austeridad.
Otra posibilidad, dijo, es que las mejoras en las escuelas en áreas como Londres y sus alrededores, durante ese tiempo, podrían haber jugado un papel importante. Sin embargo, agregó: “En realidad, nadie sabe por qué tenemos este cambio repentino en torno a 2007 y 2008”.
Mientras tanto, el número de embarazos entre las mujeres de más edad aumentó, continuando una tendencia hacia la maternidad, pero a largo plazo.
Clare Murphy, director de asuntos externos del proveedor de abortos, el Servicio Británico de Consultoría sobre Embarazos, ha señalado que un mayor acceso a la anticoncepción y la educación sexual tiene “sin duda” un papel importante en la baja en la tasa de embarazo adolescente, aunque también estuvo de acuerdo con la sugerencia de un efecto de las redes sociales, propuesta por el profesor Paton.
“El nivel de caída en picada del consumo de alcohol en la adolescencia, por ejemplo, puede reducir la probabilidad de relaciones sexuales sin protección, y los adolescentes también están cada vez más en línea, lo que limita las oportunidades para tener actividad sexual”, y agregó, “así como hemos visto disminuciones en las tasas de concepción entre los menores de 25 años, el mayor aumento está entre las mujeres de 35-39 años de edad (un aumento porcentual del 2.3 por ciento). Las mujeres son cada vez más renuentes a iniciar sus familias a los 20 años, y la realidad es que muchas van a esperar hasta los 30 para hacerlo. Las razones de esto son diversas, e incluyen el tiempo que se tardarán en obtener seguridad financiera y una carrera; y no menos importante, encontrar a la persona adecuada para embarcarse en la paternidad. En lugar de castigar a las mujeres, debemos apoyar sus decisiones. Puede haber algunos riesgos incrementados con la maternidad después, pero estos deben mantenerse en perspectiva y respetar a las mujeres, pues son los mejores jueces sobre cuándo es mejor para ellas tener hijos”.
En particular, las cifras también muestran que el 7.8 por ciento de los embarazos en mujeres casadas terminó en un aborto -el nivel más alto desde hace 12 años-. Sin embargo, entre las mujeres solteras, la tasa de abortos disminuyó ligeramente de 31.2 por ciento al 31 por ciento.