Algunos consideran que la teoría de la evolución de Darwin no es verdadera, pero existen muchos ejemplos de que existe y que no se detiene, aunque en ocasiones los cambios que se desarrollan en las diversas especies pueden ser imperceptibles. Ahora, parece que los elefantes lucharán contra los cazadores, naciendo sin colmillos.
Para nadie es un secreto que el elefante ha visto mermada su población de forma alarmante, por los cazadores furtivos, porque poco a poco se ha ido destruyendo su hábitat, e incluso, por la guerra, como ocurrió durante la guerra civil en Mozambique, donde el 90% de los elefantes del Parque Nacional Gorongosa fueron asesinados para cambiar sus colmillos por armas, además de usar su carne para alimentar soldados.
Eran cerca de 4 mil los ejemplares en este parque y estuvieron a punto de desaparecer. El investigador Joyce Pool, que trabaja para National Geographic, estudió a los elefantes de este lugar y se dio cuenta de algo sorprendente: una tercera parte de las hembras que nacieron después de la guerra (concluyó en 1992), nacieron sin colmillos. Parece que esto pasó de los adultos que sobrevivieron a las nuevas crías.
Solamente del 2 al 4% de las hembras nace sin colmillos, de forma natural, pero se ha observado que en esta comunidad las cosas han cambiado. Dominique D’Emille Correia Gonçalves, de la Universidad de Kent, es parte de los investigadores que han trabajado en el parque y destaca:
La caza furtiva de marfil se dirige a grandes animales con colmillos, por lo que eliminan el gen de ‘colmillo grande’ de la población. La población de elefantes de hoy se deriva de la mayoría de los elefantes que sobrevivieron a la guerra, donde fueron asesinados por sus colmillos. La explicación clave es que en el Parque Nacional Gorongosa, los elefantes sin colmillos fueron los que eludieron la caza furtiva durante la guerra civil y pasaron este rasgo a muchas de sus hijas.
Estos elefantes sin colmillos están creciendo a partir de los sobrevivientes de la caza furtiva, por lo que, si bien todavía no estamos hablando de evolución, podríamos estar hablando de la eliminación de ciertos genes de la población.
Esto, señala Joyce, se ha vuelto parte de una nueva cultura entre los elefantes, sobre todo por parte de las hembras, para proteger a sus crías durante la guerra.
Este es un gran cambio, ya que los registros anecdóticos de personas que han estado en Gorongosa antes de la guerra, sugieren que las unidades familiares solían estar en calma y casi indiferentes a la presencia de personas. Muchas de las matriarcas y hembras líderes de las unidades familiares estaban vivas durante la masacre y vieron a sus familias y amigos siendo cazados. Son sobrevivientes y el trauma todavía está presente, lo que explicaría tal intolerancia a los humanos.
Al parecer, algo similar está ocurriendo también en Kenia y Sudáfrica, por el terrible trauma que los seres humanos le han causado a esta especie. Esto de verdad es muy triste…