La tendencia de los influencers a convertirse en líderes de opinión ya no es nada nuevo. Muchos admiran e imitan a estas figuras a veces autoconstruidas que se convierten en voces de autoridad en sus propios ramos, sin importar de qué se trate. De hecho, en estos últimos tiempos, el rubro de los videojuegos atrae una multitud de seguidores que le dan popularidad y, por lo tanto, rentabilidad a los influencers especializados en juegos de video.
El Rubius, cuyo verdadero nombre es Rubén Doblas Gundersen, de 32 años, es una figura respetada en el medio, con presencia en YouTube y Twitch, y ha ido creando su propio imperio de streaming de gameplay en el que, básicamente, le muestra a sus seguidores cómo juega videojuegos. Sin embargo, no todo es miel sobre hojuelas y sus cuantiosas ganancias requieren grandes pagos de impuestos que el showman no pagó adecuadamente hace casi 10 años, por lo que la justicia española quiere poner ejemplo con él, cobrándole casi 80 mil dólares entre impuestos pendientes y multas.
Lucha con Hacienda… y Hacienda ganó la batalla
Casi tan antigua como los impuestos es la batalla que libran los tributantes para no pagarlos y eso no cambia con los nuevos modelos de negocios. Aunque inicialmente no estaba cien por ciento claro de qué modo debían manejarse las instancias de monetización de impuestos para los streamers, una vez que se establecieron las reglas del juego, los creadores de contenido para plataformas como YouTube empezaron a buscar formas de reducir los impuestos que debían pagar. A pesar de que en muchos casos, mudarse a paraísos tributarios (países o regiones con exigencias menores en cuanto a impuestos para creadores de contenido) ha sido popular, al principio, se buscaban otras alternativas, como la movida del Rubius que hoy lo tiene contra las cuerdas.
Este influencer usó un truco que es común para varias personas físicas que tienen enormes percepciones de capital pero que, naturalmente, no quieren que esas ganancias sean gravadas o, al menos, quieren soportar la menor cantidad posible de impuestos. El truco consiste en declarar impuestos por medio de una modalidad de Impuestos por sociedades, que piden menos contribuciones. Sin embargo, cuando en realidad es para beneficio de una persona física (como es su caso), constituye un delito de defraudación fiscal. Claro, Hacienda ya ha tenido que enfrentar a deportistas, políticos y artistas que buscan aprovecharse de esto, por lo que el Rubius se vio chavo al tratar de madrugarse al fisco de esta manera y ahora tendrá que pagar los 53,667.06 dólares que quedó debiendo de impuestos en 2013, más 25,952.76 dólares de multa, o sea, un total de 79,619.82 dólares.
El Rubius: Un influencer controversial
Una de las formas en las que los youtubers e influencers de todas las plataformas, en particular los españoles, han encontrado solaz económico es refugiarse en regiones donde no son gravados con tanta severidad como en su patria y El Rubius no es ajeno a esa práctica, volviéndose controversial al cambiar su lugar de residencia desde Madrid hasta Andorra, un pequeño país ubicado entre España y Francia donde el impuesto sobre la renta es solo del 10 por ciento y el IVA asciende al 4.5 por ciento. Como comparación, en España, el impuesto sobre la renta para sumas superiores a 64 mil 806 dólares (donde cae El Rubius) es de alrededor del 45 por ciento para personas físicas y el IVA es del 21 por ciento.
Aunque la razón oficial que dio el influencer para la mudanza es que quería vivir más cerca de sus amigos y evitar el reconocimiento público que sufría en su actual residencia, en las redes sociales empezaron a poner en tela de juicio su decisión porque ya para entonces, múltiples creadores de contenido en la misma línea de trabajo del Rubius se habían mudado a Andorra por los impuestos menores que hay que pagar ahí. A raíz de esas críticas, el joven sacó el cobre y se descubrió que los impuestos reducidos eran, efectivamente, gran parte del motivo de su mudanza.
Llevó 10 años como ‘youtuber’ pagando casi la mitad de lo que he ganado en impuestos y estoy bien contento de haberlos pagado, pero lo que sí me molesta es que aunque llevo haciendo bien las cosas desde el día uno, todo legal, Hacienda me ha tratado siempre como si fuera un delincuente.
-El Rubius
Su intención era pagar impuestos reducidos a través de su empresa El Rubius OMG SL, de la que era dueño con casi el cien por ciento de propiedad (98.7 por ciento de las acciones), lo que, sin duda, fue detectado como “delinquir” por Hacienda y se le terminó multando por la importante suma que mencionábamos anteriormente. Esa no parece la actitud de alguien que “hace las cosas bien desde el día uno” y a la que “le encanta pagar la mitad de sus ganancias en impuestos”. Quién sabe, quizá debió fundar una religión para pagar menos impuestos (lo cual ya se ha hecho), ahí le pasamos el tip al joven.
Un negocio muy rentable
Por esos números ya se imaginarán que el negocio de streamer puede llegar a ser muy rentable porque, por ejemplo, en ese año, en que su popularidad realmente llegó a su punto crítico, sus ganancias fueron de alrededor de unos 106,670.68 dólares… ¡Nada mal por hacer lo que amas! (que en este caso fue jugar videojuegos y cotorrear con quienes también disfrutan de ello). Y para muestra, un botón:
En 2022, según Influencer Marketing Hub, los nueve influencers mejor pagados de la plataforma especializada en videojuegos en Twitch sumaron, entre todos, 133.5 millones de dólares en percepciones, lo que representa un promedio de casi 15 millones de dólares per capita. El que más recibió (el sueco residente en Japón, Felix Arvid Ulf Kjellberg, también conocido como PewDiePie) ganó 40 millones de dólares y la marroquí-canadiense Imane Anys (Pokimane), quien ganó menos, se adjuntó tres millones de dólares en el año. Como comparativa, El Rubius percibió unos 135,590 dólares en ese mismo periodo.