Wolverine es uno de los mutantes más fuertes del Universo Marvel y también uno de los personajes más entrañables e icónicos. No solo ha estado en los X-Men sino también ha formado parte de los Avengers, de la X-Force, y ha hecho un gran trabajo en solitario.
En la pantalla grande, Hugh Jackman lo ha interpretado por 17 años y a la fecha se ha vuelto un verdadero icono cultural que sorprende por la complejidad de su personalidad, a la vez de sus poderes que superan por mucho a los de un mutante normal.
Sin embargo, en un inicio el personaje iba a ser completamente diferente a lo que conocemos ahora. Distante al hombre maduro que nunca envejece, con una personalidad solitaria y ruda, Wolverine estaba planeado como algo más asqueroso y difícil de procesar para el público en general.
Wolverine (o Guepardo, como se conoce en algunos países de Latinoamérica) fue introducido en 1974 en el número 189 de The Incredible Hulk, como un arma conocida como Weapon X enviada por el Departamento H de Canadá para destruir a Hulk. Sin embargo, en este número y el siguiente, donde sucede el enfrentamiento, nunca se llegó a especificar la naturaleza del personaje, si era un mutante o qué; en realidad su identidad fue un misterio para todos.
Los ilustradores Herb Trimpe y John Romita, además del guionista Len Wein, fueron los encargados de dar vida a Wolverine en este número, y en el inicio hubo muchas dudas sobre su origen.
La primera duda gira en torno a sus míticas garras, puesto que en el inicio se pensó que no formaran parte de la anatomía del Wolverine, sino que fueran parte del traje, idea que se descartó de inmediato por los guionistas que continuaron el trabajo de Wein.
Posteriormente, en 1975 Wolverine se une a los X-Men en el número uno de Giant Size X-Men, pero su apariencia no es la que conocemos actualmente, pues al integrarse a la academia para jóvenes dotados del profesor Xavier, Wolverine sería un estudiante más; por ende, su edad iba a ser de 19 años, como otros de sus compañeros.
De igual forma, el aspecto de este mutante sería otro puesto que en vez de parecer humano tendría características más monstruosas, relacionadas con The Beast o Nightcrawler, quienes fueron introducidos en los X-Men en el mismo número.
Originalmente, en las notas de Wein se mencionaba que el personaje debía tener un parecido emocional con el glotón (cuyo nombre en inglés es identificado con el de este mutante).
Los glotones son conocidos por ser uno de los animales más agresivos del planeta. A pesar de su apariencia, este mamífero se alimenta de carne y puede recurrir a la caza o a la carroña para sobrevivir.
Generalmente el glotón es muy agresivo y territorial, características que querían ser implantadas en Wolverine, haciéndolo alguien grosero, violento y muy difícil de tratar; alguien conflictivo para el grupo al que pertenece. E incluso, yendo más lejos, no iba a ser un humano mutante sino un animal que había sido transformado genéticamente por el villano High Evolutionary, quien lo habría manipulado hasta convertirse en un humanoide, pero que antes de todo era un animal.
En primera, se le adjudicó esta idea al guionista original, Wein, sin embargo, este descartó rotundamente los rumores al mencionar que él escribe sobre humanos mutantes y no sobre animales mutados. Además que durante el desarrollo de Wolverine, Wein estaba trabajando en otra colección y le había dejado el trabajo a otro equipo de guionistas comandados por Dave Cuckrum.
Este nuevo equipo de trabajo consideraba que el hecho de que Wolverine fuera un animal mutante con una actitud bastante agresiva sería una buena herramienta narrativa y que el personaje dejaría completamente confundidos a sus rivales, quienes no sabrían si se trataba de un humano o de un animal.
Sin embargo, al ser presentada la idea a Stan Lee este la rechazó de inmediato puesto que, en sus palabras, “era algo asqueroso y difícil de procesar”. Aunque desechó el origen animal del personaje no desechó a Wolverine, puesto que veía un gran potencial en él.
Posteriormente, el personaje consiguió la personalidad e imagen deseada. En primer lugar, por un boceto de Cockrum, quien lo mostraba no como un adolescente sino como un hombre mayor, aunque de edad desconocida, con mucho vello facial; además, los rasgos en los ojos y el rostro fueron más afilados, lo que le dio al personaje la visión de un villano estereotipado.
Wolverine quedó con un aspecto descuidado que daba la impresión de un humano involucionado, estilo cavernícola y bastante salvaje. El diseño gustó mucho a Stan y al equipo de trabajo, pero ahora tenían que construirle una convincente y poderosa historia de origen.
Y ahí fue cuando el guionista Chris Claremont convertiría a Wolverine en el superhéroe poderoso que conocemos ahora, al incluir las garras de adamantium como una parte de la fisonomía, producto de los tortuosos experimentos a los que fue sometido para convertirlo en un arma de guerra. El adamantium quedó integrado al cuerpo del mutante, proporcionándole capacidades curativas que lo convirtieron en el supermutante que es hoy en día.
De ser un animal mutado, sin habilidades humanas, Wolverine se transformó en lo que es hoy: uno de los mutantes más poderosos y con una personalidad enigmática e imagen imponente. Sin duda, uno de los personajes más entrañables del Universo Marvel.