El expresidente de la Unión Soviética, Mikhail Gorbachev, sugiere que el problema más importante en este momento es la militarización de la política y la nueva carrera armamentista; así que detener e invertir esta penosa situación debe ser la prioridad pues, según sus palabras, “la situación actual es demasiado peligrosa. El mundo de hoy está abrumado de problemas. Los políticos parecen estar confundidos y perdidos”.
Es claro, el expolítico ruso está sugiriendo que hay que estar preparados para una guerra aunque, para él, esta no es la mejor solución. Los presupuestos estatales, al menos de Rusia, están luchando para financiar las necesidades sociales esenciales de las personas, el gasto militar está creciendo.
“El dinero se encuentra fácilmente para armas sofisticadas cuyo poder destructivo es comparable al de las armas de destrucción masiva; para submarinos cuya única descarga es capaz de devastar medio continente; para sistemas de defensa antimisiles que socavan la estabilidad estratégica”.
Los políticos y los líderes militares suenan cada vez más convencidos y las doctrinas de defensa más peligrosas. Los comentaristas y personalidades de televisión se unen al coro belicoso. Todo parece como si el mundo se preparara para la guerra. Pero esto puedo haber sido diferente…
Recordemos que en los años 80’s, Rusia, de la mano de los Estados Unidos, iniciaron un proceso de reducción de armas nucleares, reduciendo por ende, el peligro de una guerra nuclear.
Sin embargo el día de hoy la amenaza nuevamente parece real: “Las relaciones entre las grandes potencias han ido de mal en peor desde hace varios años. Los defensores de la acumulación de armas y el complejo militar-industrial se están frotando las manos”.
Sin ambargo, Gorbachev no es el único que piensa de esta manera. En un comunicado hecho desde la Comisión Militar Central, en China, un alto funcionario militar expresó que la guerra con Estados Unidos bajo el gobierno de Donald Trump “no es sólo un eslogan” y se está convirtiendo en una “realidad práctica”.
El funcionario del Departamento de Movilización de Defensa de la Comisión escribió: “Una guerra ‘dentro del mandato del presidente’ o ‘la guerra estallando esta noche’ no son sólo consignas, se están convirtiendo en una realidad práctica”.
El funcionario también pidió el despliegue militar en los tensos Mares del Sur y de China Oriental y un sistema de defensa antimisiles para proteger la península coreana, otro punto de acceso regional. Estados Unidos también debe reconsiderar su estrategia en la región de Asia y el Pacífico, escribió el funcionario.
Trump y los miembros de su administración han expresado constantemente una línea dura contra China, y ha calificado al país como un “manipulador de moneda”, acusando al país de comercio y tácticas económicas.
Otras sugerencias de que China se está preparando para el conflicto surgieron esta semana, con informes no confirmados de que los militares han movido misiles de largo alcance más cerca de la frontera nororiental en la provincia de Heilongjiang, dentro del área de tiro de los Estados Unidos.
Retomando las palabras de Gorbachev, el exsecretario del partido comunista, invita al díalogo y la toma de decisiones conjuntas, para sí salir de esta situación.
“El foco debe ser una vez más sobre la prevención de la guerra, la eliminación de la carrera de armamentos y la reducción de los arsenales de armas. El objetivo debe ser acordar, no sólo en los niveles de armas nucleares y los techos, sino también en la defensa de misiles y la estabilidad estratégica.
“Insto a los miembros del Consejo de Seguridad de las NN.UU., el órgano que asume la responsabilidad primordial de la paz y la seguridad internacionales, a dar el primer paso. En concreto, propongo que una reunión del Consejo de Seguridad a nivel de Jefes de Estado adopte una resolución en la que se declare que la guerra nuclear es inaceptable y que nunca debe ser combatida”.
Gorbachev cree que la iniciativa de adorptar tal resulución debe de venir de Trump y Putin, los presidentes de dos naciones que poseen más del 90% de los arsenales nucleares del mundo, así que a ellos adjudica una responsabilidad mayor.