Queremos mucho a nuestros amigos caninos, pero, ¿cuántos de nosotros hemos pasado corajes muchas veces con las malas acciones de nuestros perros? Si eres de los que no comprende cómo es que tu amigo de cuatro patas no entiende razones, a pesar de que ya le has dado sus merecidas correcciones, entonces este post te ayudará a entender algunas cosas.
Desde hace mucho tiempo se viene diciendo que los perros actúan de acuerdo a su instinto y de acuerdo a cuando vivían en manadas. Queriendo entender su comportamiento a partir de esta perspectiva, las personas han “justificado” (por así decirlo) el comportamiento inapropiado de estas mascotas, pero, ahora sabemos que no todo es como parece ni como se ha dicho.
La mayoría de los problemas de conducta en los perros, involucran a los comportamientos “normales” y que los propietarios no comprenden, no les gustan y que muchas veces éstos tienen su origen en la ansiedad del can.
Con el fin de mejorar cualquier tipo de problema de comportamiento del perro, los pasos deben incluir siempre:
- Aprender lo que significa “normal” en el mundo canino
- Identificar y minimizar los riesgos asociados con el comportamiento
- Comunicación efectiva con el perro
- Aprender a leer las señales del perro
- Satisfacer las necesidades del perro
Lamentablemente entrenadores de perros, veterinarios y otros expertos caninos han sido condicionados durante los años a creer que el comportamiento “malo” es impulsado por el deseo de un perro que quiere ser dominante sobre sus seres humanos.
Así que los propietarios reciben el mensaje de que ejercer control sobre su perro, mostrándole quién es el “jefe”, es la clave para mejorar el comportamiento. Se trata de un enfoque antropocéntrico sobre la relación entre las personas y los perros que sólo considera las necesidades de los seres humanos.
(Antropocéntrico: Considerar al ser humano como la entidad más significativa del universo – interpretar o considerar el mundo en términos de valores y experiencias humanas)
La Dra. Karen Overall de la Universidad de Pensilvania, una conductista de animales, y que escribe para la página de veterinaria, información y experta en temas a cerca de los animales dvm360, explica que el concepto entero de la dominación según lo aplicado a los perros domésticos, se basa casi siempre en un malentendido profundo de la historia, compartida entre perros y seres humanos.
Para tener un mejor entendimiento vamos a deslgosar la información de la siguiente manera:
1. Historia de la relación perro-hombre
La evidencia antropológica demuestra que los perros han vivido cerca con los seres humanos por lo menos 30.000 años, y han estado ocupados en diversas tareas junto con las personas por lo menos desde hace 15.000 años.
Durante los últimos 2.000 años se han producido razas específicas de perros de diferentes formas y tamaños que participan en tareas específicas útiles para los seres humanos.
De hecho, muchas de las diferencias físicas entre razas de perros, se desarrollaron como un esfuerzo deliberado de los seres humanos para combinar los comportamientos deseados con los atributos físicos.
2. El comportamiento normal del perro no incluye una unidad de dominancia
Ser dominante es tener la capacidad de controlar el acceso a los recursos, y de guardar ese control ganando sobre los competidores que también quieren controlar el acceso a los mismos recursos. La dominancia se expresa a menudo como agresión.
Ésta no debe confundirse con tener un estatus más alto en una relación. Un individuo de nivel superior logra la clasificación no por su propio comportamiento, sino por el comportamiento de los individuos de nivel inferior en el grupo que se subordinan a él.
En una jerarquía social donde hay individuos de nivel superior e inferior, la dominación normalmente no conduce a la agresión o a la lucha, sino a todo lo contrario.
3. Teorías defectuosas del comportamiento canino
Los estudios del pasado, parecen haber malinterpretado el concepto de dominación en las jerarquías sociales caninas.
En unos experimentos, los perros formaron jerarquías de rango basadas, no en sus propias tendencias sociales naturales, sino en cómo se diseñaron los estudios. Además, los investigadores asignaron rasgos dominantes a ciertos perros cachorros en base a su comportamiento con un hueso.
La forma en que los cachorros interactúan en un entorno natural, es en realidad mucho más fluida de lo que indican los resultados del estudio, y cambia con el tiempo a medida que maduran.
Desafortunadamente, estos primeros estudios de “jerarquía forzada” llevaron a la suposición errónea de que en las relaciones saludables entre humanos y perros, los caninos se subordinan a sus dueños. Esto llevó a la teoría de que los propietarios deben ejercer dominio sobre sus mascotas con el fin de obtener un comportamiento aceptable.
Los perros que muestran tendencias dominantes han sido diagnosticados con “agresión de dominancia”. Pero dada nuestra mejor comprensión de la naturaleza canina, ese problema de comportamiento ahora se refiere más a menudo como “agresión de control de impulso” o “agresión de conflicto”. Nos aleja del concepto de que los perros luchan por el dominio sobre otros animales y personas.
4. Los perros agresivos son perros ansiosos
Los perros con problemas de comportamiento que involucran agresión, tienen un trastorno de ansiedad.
Ellos son, en la opinión de la Dra. Overall, preocupados, con necesidad de atención y patológicos. Uno de los peores métodos para manejar a un perro de este tipo, es intentar dominarlo, especialmente cuando se trata de golpear, encadenar, sumisión y otras técnicas similares destinadas a mostrar al perro quien es jefe.
Los perros con trastornos de ansiedad tienen problemas para procesar información y realizar evaluaciones de riesgo precisas. Las acciones que los dueños de perros toman para demostrar dominio sobre una mascota, en realidad dan lugar a un sentimiento donde el animal se sentirá traicionado, aterrorizado, amenazado y desplazado a una esquina por su humano.
Como es de verse, esto sólo se traduce en un empeoramiento de la condición del perro.
El objetivo de éste artículo es el de prevenir empeoramientos en la conducta y relación entre tu y tu fiel amigo canino.
Al parecer estábamos haciendo mal el trabajo para educar y corregir a nuestras mascotas. Así que si tienes este tipo de problemas con tu perro, es hora de cambiar de estrategia. Probablemente sea la solución para llevar una vida más tranquila al lado de nuestros amigos peludos.