Según los coautores del libro “Algoritmos para vivir: la ciencia de las decisiones humanas”, hay seguir una regla que en lo posible te ayudará a ahorrar esfuerzos a la hora de escoger esposa.
Esta regla proviene de una regla científica más antigua, la regla del 37 por ciento. Esta regla dice que cuando necesites decidir en un rago determinado de acciones en un tiempo limitado de tiempo, lo mejor es escoger en el 37 por ciento, como pasa en el caso de candidatos para un empleo, o parejas potenciales .
Un experimento de 1960 demuestra esta teoría, se llama “Problema de la Secretaria”. En el caso hipotético de que buscaras una secretaria pero sólo pudieras ver a las candidatas una sola vez (porque si rechazas un candidato no puedes volver a elegirlo ya que aceptó otro trabajo), la pregunta es: ¿cómo maximizas las oportunidades de encontrar la mejor opción?
Si entrevistas solamente a tres candidatas, explican los autores, tu mejor opción es basar tu decisión en la fuerza de la segunda candidata. Si es mejor que la primera, la contratas. Si no, esperas al siguiente. Si tienes cinco entrevistadas, esperas hasta la tercera.
Así que si buscas una pareja entre los 18 y los 40 años, la mejor edad para considera seriamente casarte, es precisamente pasando los 26 años, cuando empieza el 37% de tus opciones. Antes, probablemente no veas buenas oportunidades. Pero al mismo tiempo, después de esa edad, las buenas opciones empiezan a terminarse.
En la jerga matemática, encontrar la mejor pareja potencial, se le conoce como un “problema óptimo de alto”. Encima de las mil posibilidades, deberías jalar el gatillo en el 36.81%. Las mejores opciones estarán lo más cerca del 37%.
Las investigaciones acerca de las parejas exitosas parecen apoyar estas teorías.
En julio pasado, el sociólogo Nicholas H. Wolfinger de la Universidad de Utah descubrió que las mejores edades para casarse están entre los 28 y 32 años. El rango no se alinea exactamente con el 37%, pues 28 es más cercano al 45%, pero las parejas por lo general deciden casarse y luego pasa algún tiempo antes de hacerlo.
Según este estudio, las oportunidades de divorcio aumentan un 5% cada año después de los 32 años.
La regla de 37% no es perfecta, obviamente, es una aproximación matemática, y asume que las personas tienen conocimiento preciso de lo que quieren en su pareja a los 26 años. No toma en cuenta que lo que buscamos puede cambiar dramáticamente entre los 18 y los 40 años.
Lo que nos dice esta regla es que a los 26, nuestras decisiones en cuanto a casarnos son más probablemente, más dignas de confianza.