Todo comenzó en 2008, cuando los padres de la pequeña Nadia, Fernando Blanco y Margarita Garau, de Alt Urgell, en Lérida, Cataluña, expusieron ante medios y la enfermedad de su hija, y solicitaron ayuda para aplicarle tratamientos y así mejorar su calidad de vida, pues sin los procedimientos adecuados, la niña podría morir. Así que después de haberla sometido a diversos procedimientos en Guatemala, India, Panamá, Rusia, Brasil, Argentina, Finlandia, Cuba y Chile, 280 españoles, aproximadamente, se ablandaron el corazón y recolectaron en cuatro días aproximadamente más de 160,000 dólares.
La pequeña Nadia padece Tricotiodistrofia, conocida como “piel de serpiente”, enfermedad degenerativa que ocasiona trastornos similares al de una persona anciana, envejecimiento prematuro, retraso físico y mental -en sus casos graves- y daños en la piel y cabello, cuando la etapa de la afección es leve.
El padre aseguró haberla ingresado en un hospital de Estados Unidos, del cual en un inicio no dio el nombre; pero posteriormente, debido a la presión mediática, dijo que estaba internada en el Children’s Memorial Hermann Hospital de Houston; no obstante, según investigaciones, ni siquiera existe, y tampoco parece haber evidencia sobre otro similiar que proporcione el tratamiento para la enfermedad que padecía su hija.
Y también dijo que el dinero que recaudó ha servido para las cuatro operaciones, realizadas por “un neurocirujano mexicano” del que nunca quiso dar el nombre. Según él, un hombre llamado Ed Brown, vinculado a la NASA y a los ganadores del Nobel de Medicina de 2013, sería el autor intelectual de las operaciones.
Pues ahora, los padres han sido acusados de engañar a la sociedad española sobre la enfermedad de su hija, ya que vecinos y conocidos comenzaron a levantar la voz ante la sospecha de una vida llena de lujos, por parte de aquellos.
“El doctor Ed Brown me prohibió dar los nombres de los investigadores”, dijo cuando le preguntaron por qué el nombre no aparece en ninguna revista científica, el padre de la niña se defiende.
“Entras en Internet y tú no lo ves, porque trabaja para el Gobierno. Yo he estado con él, ha estado cuatro veces con mi hija. La prueba más fehaciente es que mi hija está aquí. Pero Brown murió hace dos años. Tenía 80 años”.
Sin embargo, reconoció mentirle a su esposa al decirle que llevaba a Nadia a la aplicación de tratamientos, cuando en realidad visitaba curanderos y no a especialistas, como sostenía en un principio.
También se supo que no existía el método que estaban aplicándole a la niña, el cual consistía en la extracción de genes en la nuca para mutarlos e introducirlos nuevamente por la cabeza, pues médicos expertos como Juan Ferrando, médico implicado y miembro del Grupo Europeo de Tricología, no hay evidencia de que sea una intervención técnicamente posible, e incluso no existe algo que cure la Tricotiodistrofia; aunque sí alternativas para tratar los síntomas.
A pesar de haber consultado con varios especialistas, quienes sostienen que Nadia sí padece la enfermedad, pero que no se encuentra en una etapa grave, la interrogante es obvia:
Si realmente el dinero recaudado durante varios años a través de la Asociación Nadia Nerea para mantenerla con vida fue creado para este fin, o desde un inicio fue una gran estafa.
Así pues, el pasado de Fernando Blanco y padre de Nadia ha salido a la luz, y hoy ha generado gran expectativa, pues se descubrió una larga lista de estafas cometidas durante los últimos 25 años, entre ellas, que fue condenado a cuatro años de cárcel en el año 2000.
Además ha dicho que actualmente padece cáncer de páncreas e hígado, diagnosticado hace casi tres años en la clínica Teknon de Barcelona, pero en este nosocomio no hay registros sobre él.
Es por todo esto que la policía española, ha través de las investigaciones, ha comprobado no solo que recaudaron casi 1 millón de dólares entre miles de personas que actuaron de buena fe (cuando había reportado una cantidad menor), sino que la mayor parte de ese dinero no lo han destinado a tratamientos médicos para la pequeña Nadia, y sí para su disfrute personal.
¿En qué acabaó esto? La policía catalana aseguró que ya detuvo a Fernando Blanco, cuando intentó huír de un control policial que se había activado tras el riesgo de fuga.
Al ser detenido, el padre llevaba una pistola de fogueo y cartuchos de rifle. Se encuentra bajo prisión privisional sin derecho a fianza, mientras que la madre ha quedado en libertad -con cargos- pero ha perdido la patria potestad de su hija, según el Supremo Tribunal de Cataluna. Por lo pronto la pequeña está a cargo de un familiar.
Ahora sólo queda preguntarse qué creer,o cuando padres desesperados solicitan apoyo y la solidaridad de la sociedad para salir adelante ante la adversidad.