Que jamás se pierda la hermosa expresión de “Viejo vrgas”, que nos permite reconocer a un hombre con los Waffles como huevos de avestruz. Este es el caso de John Bittles, el dueño de un pub irlandés que ha rechazado la venta de Coca-Cola en su establecimiento debido a la identidad estrictamente cantinera de su local.
Bittles se ha vuelto popular luego de que le negara a un potencial cliente sentarse en su bar para beber solamente una Coca-Cola debido a la alta demanda que tiene su negocio de un sitio para beber una buena pinta de cerveza como dios manda. El hombre asegura que un cliente que bebe otra cosa es un desperdicio de espacio y falta de respeto para otros asistentes que se mueren por una buena chelita Guinness, pues su pub se ha vuelto muy requerido por las gargantas de los chelistas.
Para Bittles, su bar es un lugar sagrado en el que cada silla lleva hacia una verdadera experiencia en cuestión de cerveza fina y deliciosa, por lo que tampoco acepta a aquellos que llegan al lugar con la intención de echarse poco menos de una pinta de cerveza.
Somos un lugar pequeño aquí y estamos vendiendo cientos y cientos de pintas al día y no hay espacio para vender medias pintas.
A pesar de que el pub es muy pequeño, Bittles asegura que su éxito ha sido enorme, pues venden al por mayor pintas de cerveza todos los días, por eso guardar el lugar para el verdadero bebedor es un acto de respeto de la empresa hacia su fiel clientela.
Fue un poco irónico, pero estamos vendiendo hasta 700 pintas de Guinness al día, solo tenemos una pequeña cantidad de mesas, por lo que alguien sentado allí con una Coca-Cola no es lo ideal.
La verdad es que este señorón merece una ovación de pie, ya que pocos lugares se pueden preciar de ser un santuario para los amantes de la cerveza, cuya exclusividad se basa en un verdadero tributo al producto de cebada que tan especial es en la vida de muchas personas.