El 26 de febrero de 1986 es una fecha que marcó la vida de toda una generación: se estrenó el primer capítulo de la serie animada de Dragon Ball, y a 34 años de distancia sigue conquistando legiones de seguidores, y por supuesto, manteniendo a quienes eran unos niños en esas épocas, y hoy, con hijos, varios kilos de más y mucho cabello de menos, siguen fieles a Gokú y compañía.
El manga creado por Akira Toriyama en 1984 tuvo tanto éxito que no tardó en dar el salto de lo impreso al anime, es decir, una serie animada que en una primera etapa abarcó la primera parte de la historia, y luego surgió Dragon Ball Z, después Dragon Ball GT y posteriormente Dragon Ball Super.
La llegada de estos personajes significó un cambio en lo que tradicionalmente se veía en otros países, y abrió las puertas para la llegada de diferentes mangas y animes japoneses a distintos continentes, con lo que alcanzó niveles de popularidad increíbles.
A nivel mundial, se estima que se vendieron 230 millones de copias de la historia impresa, y la serie animada rompió récords de audiencia en algunas cadenas importantes, como Cartoon Network, es por eso que se considera como una de las obras más influyentes en su tipo.
Para 1996, Akira Toriyama decidió que era momento de dejar esa historia, pero la enorme popularidad que había alcanzado no le permitió retirarse, pues los seguidores querían más y él no podía desaprovechar esa oportunidad.
Como suele pasar en estos casos, llegaron películas animadas y live-action, videos, juguetes, ropa, videojuegos, en fin, toda una franquicia que ha reportado enormes ganancias y lo mejor de todo es que no se ve todavía el momento en que el gusto por estos personajes pase.
Un elemento interesante es que a pesar de ir cambiando al mostrarnos distintas etapas de la vida de su protagonista y la inclusión de otros personajes e historias, se ha mantenido la calidad y los detalles que le encantan a sus seguidores.
Al inicio fue criticada y hasta censurada en algunos países por mostrar escenas que se han considerado subidas de tono para el público infantil, y también porque hay personajes que mueren, algo que no se veía en las series animadas.
No cabe duda de que Dragon Ball es el cimiento para muchos otros animes que se han lanzado a lo largo del tiempo y esto se ha convertido en una fórmula exitosa alrededor del mundo, pues los ojos de los espectadores de diversas latitudes se enfocaron en todo lo que se estaba haciendo en Japón.
La eterna lucha del bien contra el mal es la base del argumento de lo que hemos visto a lo largo de los años con esta serie, pero siempre de una manera que nos sorprende y hace que sigamos viendo todo lo que surge respecto a esta historia.
Ya son 34 años, pero faltan todavía muchos más en la historia de Gokú y compañía, de eso estamos seguros.