Los ataques de Donald Trump hacia los padres musulmanes de una soldado americano condecorado y muerto en Irak, encendieron la llama del escrutinio público a su “servicio militar”, del cual se zafó “milagrosamente” durante la guerra de Vietnam.
Las críticas del candidato republicano a la presidencia dirigidas a Khizr y Ghazala Khan, quienes subieron al escenario en la convención demócrata, donde se eligió a la candidata de ese partido, preocupó a los republicanos e hicieron que todos se acordaran del pasado militar de Trump.
Los archivos que determinan cómo Trump evitó ser llamado para ir a Vietnam, fueron destruidos después de la guerra, pero el diario Daily News publicó una investigación de Ginger Adams Otis, Reuven Blau y Nancy Dillon, quienes encontraron que el candidato hizo múltiples maniobras para evitar ser llamado a la guerra.
Proveniente de una familia rica, Trump logró que se le aceptaran aplazamientos por sus estudios, en julio de 1964, enero de 1966, diciembre de 1966 y enero de 1968. Finalmente presentó una orden médica que le impedía realizar su servicio. En esta se establecía que padecía de un espolón de hueso en los talones.
El diario Daily News tituló su portada como “G.I. Joke (broma)”. Lo llama “soldado de juguete”. También ilustran cómo sus actividades deportivas eran muchas y heróicas para alguien que tuviera ese problema en los pies.
Trump causó indignación también cuando, hace un año, dijo que el Senador John McCain, quien fue derribado como piloto de la marina, no era un héroe por haber sido capturado.
En ese tiempo, mientras McCain sufría de enfermedades, desnutrición y muchas heridas en una prisión vietnamita, Trump vivía glamorosamente en Estados Unidos. Y aquí se muestra una imagen de cuando fue hecho prisionero en Vietnam:
Trump ha dicho que tuvo suerte en no ir a la guerra porque el número que le tocó no le demandó acudir, pero la verdad es otra totalmente diferente. Su expediente sugiere otra cosa, reporta el periódico New York Times:
“El señor Trump fue exento por más de un año cuando empezó el sorteo de la lotería en diciembre de 1969 por cuestiones médicas, mucho antes de recibir su ‘fenomenal’ número de sorteo”, dice el periódico en un artículo publicado el lunes.
El periódico cita a un portavoz del Sistema de Selección para el Servicio, quien dice que el número de la lotería sería irrelevante si tenía una disculpa médica.
“Si no tenías una razón para estar exento o posponerlo, se te ordenaría el servicio”, dijo Richard Flahavan.
Según el diario, Trump estaba clasificado como 1-Y, lo que se consideraba como una exención temporal, que en la práctica resultaría solamente en considerarlo para el servicio en caso de una emergencia nacional o de una declaración de guerra oficial, la cual evitó Estados Unidos en la guerra de Vietnam.
El diario estadounidense también dice que Trump no podía recordar exactamente cuándo se le quitaron los espolones causados por una calcificación en el talón, pero que nunca tuvo una operación por ese problema.
“Con el tiempo se curó”, dice el periódico, citando a Trump. También apunta que Trump jugaba squash, futbol y tenis en la preparatoria y que jugaba al golf en Wharton. En enero pasado, su médico de cabecera, Harold Bornstein, anunció que el señor Trump “no tuvo problemas médicos significantes” a lo largo de cuatro décadas y que, si era electo, “será el individuo más sano nunca electo para la presidencia”.
Desde que el señor Khan criticó públicamente a Trump en la convención demócrata, diciendo que Trump nunca “ha sacrificado nada por nadie”, el candidato republicano ha sido presionado al respecto.
Trump contestó rechazando las críticas y respondió que habia hecho “un montón de sacrificios” y agregó que trabaja “muy, muy duro”.
El biógrafo de Trump, Wayne Barrett, dijo: “Dudo que fuera un tema médico serio. Para ese tiempo, él era un atleta activo. Nunca escuché de ningún problema en los pies”. El escritor señaló la importancia de que la familia tuviera gran poder e influencia: “Parece que estaba activo para encontrar alguna justificación para evadir”.