El doctor Paul Locus decidió divertirse un rato en Halloween, así que se disfrazó como el Joker de Heath Ledger y se fue a una fiesta; aunque como suele pasar entre quienes practican esta profesión, recibió una llamada para atender una emergencia.
Brittany Selph, su paciente, tenía programada la llegada de su bebé para el 5 de noviembre pero decidió llegar antes, así que la noche de brujas se le rompió la fuente y su médico acudió de inmediato para recibirlo.
A pesar de que ya se había roto la fuente, lo que significa la inminente llegada del bebé, el doctor estimó que había tiempo suficiente, además de que la paciente ya estaba siendo atendida en el hospital, por lo que les dijo que se ausentaría unos instantes para quitarse el disfraz y el maquillaje.
Ante esto, Brittany le dijo:
¡Esperábamos que siguiera disfrazado!
Y es que a decir de la mujer, el verlo así la relajaba ante un momento tan importante, así que el médico accedió y de esta manera recibió a Oaklyn Saige Selph.
La luz que hay en la sala de operaciones le da un toque más siniestro a las fotografías, pero a los padres les pareció bien que su pequeña llegara de esta manera al mundo, y de hecho el doctor ni siquiera usó la protección en el pelo, o en este caso, la peluca, para lucir más “realista”.
Dentro de todo esto, la niña llegó en perfecto estado de salud y todo salió muy bien para toda la familia, y aseguraron que el ver así a Paul los relajó bastante e incluso hasta se divirtieron durante el parto.
Al final todo fue alegría, aunque las fotografías de pronto parecen una escena de alguna película de Batman, pero bueno, como dicen por ahí: “al cliente, lo que pida”.
Ahora solo habrá que revisar que la niña no crezca con algún trauma de su nacimiento, pues no debe ser tan fácil el que lo primero que veas en el mundo sea a un villano de cómic. Tal vez desarrollará una fobia a los payasos y no le gustarán las películas de Batman, y mucho menos la de El Joker.