Los científicos en Ucrania están monitoreando con cuidado los picos de radiación que descubrieron en una habitación subterránea de la planta nuclear de Chernóbil. Seguramente, los productores de HBO ya están trabajando en una nueva temporada de su serie.
A más de 35 años del accidente nuclear más peligroso de la historia, las zonas que rodean la planta de Chernóbil, en Ucrania, todavía son áreas contaminadas con radiación. Además, se sabe que existen muchas habitaciones y pasillos subterráneos que contienen residuos de la explosión. En uno de estos cuartos inaccesibles se ha detectado un aumento preocupante en la actividad de neutrones, es decir, está comenzando una reacción de fisión nuclear.
Este sótano era la sala del subreactor 305/2 y cuando ocurrió la explosión en 1986, muchos materiales nucleares se esparcieron en su interior. Sin embargo, el calor generado fundió la arena, hormigón y acero de las paredes, creando capas similares a la lava que sellaron la cámara.
Aunque los niveles de radiación fueron disminuyendo muy poco a poco con el paso de los años, en el 2016 se registraron picos de actividad nuclear y fue por eso que los expertos colocaron diferentes aparatos sobre las ruinas del reactor para contener el peligro.
Todo parecía ir de acuerdo al plan, pero el Instituto de Problemas de Seguridad de las Centrales Nucleares (ISPNPP) detectó que este método provoca que los combustibles usados en la planta se desintegren y al hacerlo, emiten neutrones.
En la cámara 305/2 se vertió la mayor cantidad de combustibles y luego se selló, por eso al “secar” la planta, en este lugar se encuentra una mayor cantidad de neutrones liberados. Aunque hasta ahora sus niveles no son alarmantes, sí es una situación que se debe resolver.
El profesor de química de materiales nucleares Neil Hyatt, de la Universidad de Sheffield y miembro del Comité de Gestión de Residuos Radiactivos del Reino Unido, explica que esto es como las brasas de carbón en una fogata: el fuego creó cenizas que contienen el calor, pero debajo se encuentran todavía materiales emitiendo calor y es un recordatorio de que el problema en Chernóbil es estable pero no está resuelto.
Estamos hablando de tasas de fisión muy bajas, por lo que no es como un reactor nuclear burbujeante. Y nuestra estimación del material fisionable en esa sala significa que podemos estar bastante seguros de que no obtendrá una liberación de energía nuclear tan rápida que tenga una explosión. Pero no lo sabemos con certeza. Hemos visto excursiones como esta antes con otros desechos de combustible. La tasa básica de neutrones ha aumentado, estabilizado y vuelto a disminuir. Eso es obviamente lo que esperamos que suceda. La situación es motivo de preocupación pero no de alarma, aunque si la tasa de producción de neutrones continúa aumentando, es posible que se deba intervenir.
– Profesor Neil Hyatt
Si los niveles de radiación siguen aumentando en esta cámara, se tendrían que armar máquinas resistentes que perforen la habitación sellada, para introducir barras de boro o rociar las paredes con nitrato de gadolinio para absorber el exceso de neutrones y evitar una fisión nuclear sin control.