La cueva de Callao, en Filipinas, es el escenario de un magnífico descubrimiento de una especie humana que ha sido llamada Homo luzonensis, porque habitaba en la isla de Luzón, y coexistieron con el Homo sapiens, especie a la que actualmente pertenecemos.
Cerca de la entrada se encontraron 13 entierros de huesos y dientes de esta especie hasta ahora desconocida y que arrojará nueva luz sobre el proceso evolutivo de los humanos, que antes solo consideraban a 5 especies: neandertales, denisovanos, hobbits de Flores, erectus y sapiens, y ahora se agrega una más.
El único sobreviviente de las especies de homínidos señaladas es el Homo sapiens, y este tipo de descubrimientos ayudan a saber más sobre el por qué los demás no lograron evolucionar y terminaron por extinguirse.
Los restos encontrados corresponden a 2 adultos y un niño, quienes habitaron en la Tierra a la par que sus “primos”, y a través de 6 pequeños huesos y 7 piezas dentales se ha logrado identificar el tiempo en el que habitaron en la isla, que es una de las 3 en el sudeste de Asia en las que en los últimos años se han realizado importantes hallazgos de la presencia de homínidos.
De acuerdo a las primeras investigaciones, existen muchas similitudes con el Homo erectus y el Homo sapiens, aunque en la dentadura hay diferencias significativas, ya que los 7 molares y premolares del luzonensis son más pequeños; también pies y manos presentan una estructura diferente, similar a la del australopitecus y que les servía para colgarse de los árboles.
Esta especie tiene rasgos en común con el resto, pero vista por separado, se considera nueva, pues en conjunto no se había encontrado uno igual, aunque todavía falta mucho por conocer, pues los restos de huesos encontrados no son suficientes para determinar datos como su estatura, peso y cómo sería su rostro.
Florent Détroit, paleontólogo y coautor del estudio en el que se presenta a la recién descubierta especie, señaló:
Si miras cada uno de estos rasgos por separado los encontrarás en una u otra especie de Homo, pero si coges el paquete completo no hay nada similar, por eso esta es una nueva especie.
Tampoco se han podido extraer muestras de ADN de los huesos, lo que también limita las investigaciones, aunque se ha dicho que probablemente descienden del Homo erectus, que fue el primero que salió de África y empezó a poblar Asia, desde hace 1.8 millones de años.
Otro dato que llama poderosamente la atención es que la cueva de Callao ha estado rodeada por el mar desde hace 2.5 millones de años, entonces, el Homo luzonensis tuvo que cruzar las aguas para llegar a esas tierras, pero, ¿cómo lo hizo? En la isla de Cagayan, cerca de la cueva, se encontraron restos de herramientas de piedra que fueron elaboradas hace 700,000 años, y se cree que pertenecen a esta especie.
El aislamiento de los luzonensis probablemente influyó para que su tamaño fuera pequeño, lo que implicaría que primero llegó a China y luego a Filipinas, y esto se puede comparar con algunos humanos actuales que viven en Filipinas, Malasia y las islas Andamán, que no rebasan los 1.50 metros de estatura, y a esto se le agrega que los jarawa que viven en Andamán se les ha detectado un 1% de un ADN de una especie de Homo que no ha sido identificada, y que pudiera ser esta.
Otra hipótesis señala que proviene del australopitecus que salió de África, aunque hay pocos elementos para comprobarlo. También se dice que puede ser descendiente de una especie surgida en la isla de Sulawesi, donde se encontraron herramientas de piedra de hace 110,000 años.
Por otra parte, algunos, como el paleontólogo Erik Trinkaus, manifiestan que se trataba simplemente de una malformación y no propiamente de una especie por separado, como se dijo también del Homo floresiensis, el cual se extinguió hace 50,000 años, casualmente, cuando el Homo sapiens llegó a Asia, por lo que ahora se especula que nuestros antepasados fueron quienes terminaron con ellos y probablemente con los luzonensis.