Ahora es bien sabido que los “ataques mortales de tiburones” no se producen con frecuencia y que en realidad ser atacado por uno de estos animales es relativamente poco probable (diga lo que diga Steven Spielberg). Sin embargo, no estamos exentos de que algún escualo se quiera dar un festín con nosotros y por eso hay que tener mucho cuidado.
Diego Barría, de 32 años, llevaba nueve días sin dar señales de vida, por lo que su familia y amigos se encontraban preocupados y en búsqueda frenética de su paradero. Desafortunadamente, sus esfuerzos fueron infructuosos, hasta que se conoció el destino de Diego, pues restos de él fueron encontrados dentro de un pequeño tiburón por un par de pescadores que los entregaron a las autoridades para que continúen las investigaciones respecto a lo ocurrido.
Un día de pesca cualquiera y el horroroso descubrimiento
La primera pista sólida sobre el destino final de Diego Barría llegó de manos de dos pescadores que llevaron restos humanos encontrados dentro de las entrañas de un pequeño tiburón que pescaron. Entre estos había un tatuaje, que fue reconocido por los familiares de Barría, por lo que los restos se identificaron como pertenecientes al hombre extraviado.
Diego Barria era un padre de tres chamacos, aficionado a la pesca y a viajar en su 4 x 4. Además, tenía amigos pescadores en la región de la costa de Comodoro Rivadavia, en la provincia de Chubut, en Argentina, y era un hombre bastante robusto, de 1.85 metros de altura, quien lucía los tatuajes que luego servirían a su familia y autoridades para identificar sus restos hallados dentro del animal, aunque aún queda pendiente una prueba de ADN de los restos para que no quede duda de a quién pertenecen los vestigios humanos encontrados.
Desaparición misteriosa
Barría desapareció la medianoche del 18 de febrero de 2023. Según se cree por el testimonio de testigos, durante el trayecto de regreso a casa, saludó a algunos amigos pescadores e incluso avisó a su esposa, Virginia Brugger, que llegaría algo tarde, pues había sufrido algunos retrasos. Su pareja se quedaría esperándolo esa noche y la siguiente. Sin tener respuesta de parte de su marido a los mensajes y llamadas que dirigían a su celular, su desaparición fue denunciada ante las autoridades, para pedir que se ayudara en su búsqueda.
Al revisar la zona que debió haber atravesado Barría durante su travesía de regreso a casa, un operativo de las fuerzas encontró a unos 1500 metros tanto el vehículo en que viajaba la última vez que se le vio con vida como su casco, ambos destrozados. Los papás del desaparecido también se unieron a la búsqueda con la esperanza de hallarlo con vida, pero, desafortunadamente, no lograron localizarlo o saber de su destino hasta que los pescadores dieron a conocer su espantoso descubrimiento.
A dos teorías sobre lo ocurrido se le suma una tercera
Según las líneas de investigación seguidas por las autoridades, se creía que Barría podría haber salido herido durante un accidente vehicular, lo que pudo llevarlo a extraviarse y hundirse en una arenal o al quedarse inconsciente durante el impacto de su vehículo, terminó inconsciente y en la costa, a merced del mar, que lo arrastró hasta llevárselo, teoría que parece aún más plausible ahora que se han encontrado restos del joven adulto en las entrañas del escualo. Sin embargo, charlas con los familiares podrían implicar una tercera línea de investigación.
De acuerdo a lo que se descubrió luego de revisar la costa cercana al sitio en el que se encontró el vehículo, se cree que hubo manipulación de las posesiones del difunto, pues los anteojos y un paño que se encontraban guardados fueron encontrados a lo largo de la línea de la costa, separados y, aparentemente, “manipulados por un tercero”, por lo que se cree que es posible que hubiera el involucramiento de alguien más en el siniestro y ya se están llevando a cabo más investigaciones al respecto.