Debemos aceptar que así como hay mujeres maltratadas, existen hombres que sufren en silencio porque eligieron como compañera de vida a un ser malicioso y abusivo. La violencia de género agarra parejo, y este es el caso de Alfredo Turcumán, de 28 años, cuya esposa lo agredía constantemente, hasta que este se hartó y fue a la estación de policía a denunciarla.
Lamentablemente, el hecho de que un hombre fuera a denunciar a su esposa por agresión fue motivo de burla en la estación de policía.
Las autoridades de Argentina se rieron en su cara y le dijeron: “no seas maricón”. Sin que se le tomara denuncia, Alfredo regresó a su hogar solo para que su esposa, Claudia Moya, de 23 años, lo apuñalara en el corazón.
Alfredo permaneció una semana internado en el Hospital Rawson, pero no lo logró, el hombre murió. Ante esto, la familia del fallecido señala a Moya como la principal sospechosa y denuncian la inacción policial después de que el hombre advirtió su suerte pidiéndoles ayuda.
Moya fue detenida, pero se informa que está embarazada. Los familiares relataron que la pareja siempre fue conocida por llevar una “relación conflictiva con episodios violentos”. En estas peleas, Alfredo también había sido denunciado por su pareja.
Por su parte, la madre de Alfredo cree que Moya había estado planeando la muerte de su hijo premeditadamente, y cree que esto no fue un simple accidente, como Moya declaró en un principio, pues dijo que su marido se encontraba reparando una puerta y se había lastimado con un cuchillo.
“Ella no está loca, es una persona centrada y tenía planificado matarlo. Claudia solía darle de cabezazos, una vez hasta le fracturó el tabique”.
Las agresiones eran habituales, según informaron familiares y amigos de Tucumán. En varias oportunidades, relatan, había ido a trabajar golpeado y su jefe le insistía con que denunciara a la mujer.
Cuando lo hizo, sin embargo, los agentes de policía que debían atenderlo minimizaron la situación y lo calificaron de “maricón”.
Fuentes de la comisaría indicaron que la mujer ya había acuchillado a su primera pareja, y que también tuvo problemas con el padre de su segunda hija.
Según Diario de Cuyo, Moya admitió ante la Policía que ella acuchilló a Turcumán, pero en defensa propia.
En lo que deciden cual será el cargo que enfrentará esta viuda negra, la familia espera que la muerte de su hijo no sea en vano y que se castigue tanto a Moya como a las autoridades negligentes que pudieron evitar este triste desenlace.