Christian Uriel tiene 30 años y todo era miel sobre hojuelas durante el confinamiento por la pandemia de coronavirus, ya que se la podía pasar todo el día en casa, sin que nadie le dijera nada porque no tiene trabajo, ni está estudiando, así que “aprovechaba” todo el tiempo en practicar sus habilidades para los videojuegos.
Pero el tiempo ha pasado y poco a poco las actividades se han ido reactivando en la Ciudad de México, donde vive, y bueno, como vive en la casa de su mamá, ella ya no está nada contenta con tenerlo ahí sin hacer nada, así que lo corrió.
Seguramente ya tenía más tiempo sin estudiar, ni trabajar, pero su mamá le concedió un tiempo de “descanso” mientras se controlaba un poco más la situación de la pandemia, pero como vio que de todos modos sigue en su misma actitud de no hacer nada, decidió que era el momento en que su retoño emprendiera el vuelo, aunque tampoco le funcionó porque Christian en lugar de buscar una forma de ganarse la vida y convertirse en un adulto independiente y responsable, decidió demandar a su progenitora.
Resulta que este “pequeñín” se enojó tanto porque su mamá lo corrió de la casa que acudió a la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México, ya que considera que el hecho de que constantemente le pida que se ponga a trabajar es hostigamiento, además de que le pareció demasiado agresivo el que lo haya sacado del hogar, y claro, dijo que le dolió cuando lo llamó “nini” (Palabra que se usa coloquialmente en México para designar a quienes ‘ni estudian, ni trabajan’).
Aunque fue algo raro, las autoridades acudieron a investigar con la madre para saber qué es lo que estaba pasando y al entrevistarse con ella no dudó en reafirmar que lo había corrido, y por supuesto no estaba arrepentida de haberlo hecho, además de que de nueva cuenta lo volvió a llamar “nini”, ya que les aseguró a las autoridades, no quiere estudiar, ni trabajar y nada más se la pasa pegado a los videojuegos, y a como lo ve, ya perdió toda esperanza de que cambie, así que optó por correrlo.
En varias ocasiones, dijo la madre, le pidió que saliera a buscar trabajo o se pusiera a hacer algo de provecho, pues con la pandemia ya se había pasado varios meses pegado al sofá y a la televisión, sin aportar nada para los gastos de la casa, y como no se le veía ninguna intención de cambiar, tanto ella como una tía de Christian lo echaron de la casa usando una cubeta de agua fría y a escobazos, ya que se negaba rotundamente a irse. Ahora busca por la vía legal el permanecer en la vivienda, y claro, sin hacer nada.
Veremos hasta dónde llega todo esto, aunque seguramente las autoridades han tomado el caso más como una broma que otra cosa, pero al final su labor es investigar. En cuanto a Christian, debería de aprovechar este momento para hacerse responsable y no seguir dándole dolores de cabeza a su madre, pues ya tiene 30 años y el tiempo no se detiene, y pronto se dará cuenta de todo lo que ha desperdiciado, además de obviamente ya se quedó sin el respaldo de su mamá.