Las crisis financieras desestabilizan a todos los pobladores de una región, y eso incluye también a los perros, ya que si el humano no tiene dinero para alimentarlos y cuidarlos, lo más seguro es que en determinado momento los abandonen en la calle.
Esto es lo que ha sucedido en Grecia desde hace varios años, pues la mala situación financiera de ese país, entre otras cosas, ha provocado que el número de perros callejeros aumente de forma exponencial.
Theoklitos Proestakis es un dentista griego, conocido como Takis, y desde hace algunos años se ha convertido en un símbolo de la ayuda a los canes abandonados al rescatar a más de 200, a los que atiende, ya que algunos llegan muy lastimados o enfermos, para poder encontrarles un nuevo hogar.
Pero esto ha tenido su precio, ya que el tiempo de atención que requieren es demasiado, así que llegado el momento Takis tomó una decisión: dejó su trabajo para dedicarse a ellos.
El dentista abrió un refugio en Lerapetra, al sur de Creta, y no ha sido nada fácil. En los primeros momentos Takis manifestaba en una entrevista:
Estoy absolutamente solo en el refugio. No tengo dinero, tuve que vender mi coche, mi caravana. No tengo nada y tuve que pedir dinero prestado.
Al inicio, relató, los rescataba y los alimentaba hasta que los veía más fuertes, lo que lo llenaba de alegría, pero no así a sus vecinos, quienes empezaron a amenazar con matar a los perritos por el ruido que hacían, así que eso implicó otro problema a resolver: un espacio adecuado y seguro para los perros.
A través de donativos y mucha voluntad logró tener un refugio con una amplia extensión, suficiente para tener ahí a 200 animalitos, a los que da atención médica, alimento y cuidado.
En medio de la crisis, Takis tiene que reunir cerca de 1,500 dólares al mes solo para cubrir la alimentación de los inquilinos, además de otros 700 para los gastos que se generan en el albergue.
Además, en promedio los veterinarios cobran unos 180 dólares por esterilizar a las perritas; en un lapso de tres años había esterilizado a 60, así que saca las cuentas.
El dinero llega a través de donativos, en un 98 por ciento del exterior de Grecia, sobre todo del resto de Europa y Estados Unidos, y es que anteriormente había personas que tenían hasta seis perros en sus hogares pero la crisis impidió que pudieran seguir pagando por su alimento y el veterinario, el cual era más costoso que pagar la renta de la casa.
Esto generó que las autoridades se vieran también imposibilitadas de hacer algo para ayudarlos, al verse sobrepasadas. Eso implicaba prácticamente una sentencia de muerte para miles de canes, además de enfermedades y la proliferación de esta especie, pues no estaban esterilizados.
Todos los días rescata al menos a un nuevo perrito que ha sido atropellado, golpeado, lastimado, que está enfermo, que no ha comido… en fin, totalmente sin esperanza. Luego los rehabilita y empieza a postear sus imágenes para conseguirles un nuevo hogar.
La situación en Grecia no ha mejorado del todo, pero ya permite que las personas puedan mantener una mascota e, incluso, los puede mandar a otros países.
Tal vez muchos no entenderán lo que Takis hace, pero él simplemente lo resume así:
Esta es mi vida. Es difícil pero me encanta. Trabajo mucho aquí, pero cuando veo a los perros felices y disfrutando, y aprendiendo a confiar en las personas de nuevo, todo vale la pena.
Ahí lo tienen.