Se dice que cuando a un mecánico le gusta tu vehículo, finge que lo sigue reparando y lo utiliza para pasearse como si fuera suyo. Para muchos, esto es una leyenda urbana, pero ya hemos visto varios casos que lo confirman y aquí te vamos a presentar uno más.
Luisa Cortina, una chica colombiana, llevó a reparar su camioneta, pero para evitar problemas no lo llevó a cualquier taller, sino a la concesionaria de automóviles porque se supone que ahí hay mayor seriedad y seguridad para los clientes. Pues no.
Al ver el parecido con su camioneta, la modelo se acercó y comprobó que eran las placas de su vehículo, así que fue por el repuesto de las llaves y la abrió. Pero su sorpresa fue todavía mayor cuando vio que en la parte trasera había varias maletas, lo que indica que quien la tomó “prestada” planeaba irse de viaje en ella.
Se supone que mi camioneta estaba en el taller hace un mes y vea dónde me la encuentro y aparte estaban de viaje, ¿no?, porque tienen el baúl lleno de maletas. ¡Esto es un robo! ¡Me robaron el carro y lo encontré en Fontanar! Y lo peor de todo es que no fue con un taller cualquiera.
-Luisa
Estas cosas no deben pasarle a nadie, tenga el carro que sea y la marca que sea. Esto es muy importante para mí informarlo, no porque quiera algún tipo de beneficio, sino porque es algo que la gente debe saber. Esa camioneta ya no la voy a recibir más. Lo único que queda es llegar a un acuerdo con la empresa y tomar una decisión. Estaba muy molesta y triste porque llevo un mes sin mi carro. Ver la situación me entristece porque abusaron de mi confianza.
Esperemos que la empresa se haga responsable y responda a las exigencias de la modelo, porque aunque la persona que iba conduciendo le dijo que solo se trataba de “una prueba de rutina” para ver si ya había quedado bien, es obvio que no era así, y esto es un delito.