Un cura adorador del Heavy-metal en Londres planea convertir su iglesia en una sala de conciertos. El sacerdote inglés Tom Plant aseguró que los planes son atraer más gente a la iglesia, porque casi nadie acude. También piensa vender bebidas alcohólicas…
Tom Plant pidió permiso al Sínodo General de la Iglesia de Inglaterra para convertir la Iglesia de San Miguel en Camden Road en una sala de conciertos, que inicialmente alojaría a unas 270 personas.
En semanas pasadas, se abocó a instalar un nuevo escenario, sistema de sonido y luces para la iglesia. Incluso busca una licencia de venta de bebidas alcohólicas para poder abrir cuatro noches a la semana y ofrecer conciertos con un bar funcional, aunque sin violencia de ningún tipo, le aseguró a los feligreses.
Según el diario The Telegraph, el sacerdote explicó que la iglesia no es un lugar para que la gente se emborrache, pero que “no somos una iglesia que descarte el alcohol”, pues Jesús “convirtió el agua en vino por una razón”.
El vicario melómano indicó que el templo será primero un lugar de adoración. Y aseguró que los servicios no serán modificados. Previamente, el sacerdote sirvió en un pueblo en Hertfordshire.
Es bien conocido su amor por la música heavy-metal, lo que preocupa a algunos de los miembros de la parroquia. Sin embargo, él indica que la iglesia tendrá más bien actuaciones acústicas y músicos clásicos y populares. Aseguró que no invitará a AC/DC o a Metallica.
La vida religiosa en Europa va desapareciendo poco a poco, en algunas partes las iglesias comienzan a vaciarse y los curas tienen que optar por cerrarlas o venderlas para que las acondicionen para un uso diferente.