El aumento de los casos covid-19 en todo el mundo y la llegada de la variante ómicron, que es más contagiosa, ha hecho que la gente busque sus propias soluciones para protegerse. Ante la lentitud de la vacunación, la escasez de pruebas covid y la indiferencia de quienes no se han vacunado o no usan su cubrebocas, este mexicano ha decidido fabricarse su propio casco para evitar contagios.
Juan Julián Vilchis, de 65 años, quien acudió a recibir su dosis de refuerzo contra el covid-19, es el ingenioso diseñador de este casco cien por ciento funcional y seguro. Aunque su forma y sus colores nos recuerdan a un Pelón Pelo Rico o a un tanque de gas, la verdad es que se trata de una buena medida de seguridad, y varias personas en redes comentan que sí lo usarían.
Pero este casco no es una simple barrera, es una invención que fue hecha a partir de un dispensador de agua que fue adaptado para que en su parte superior lleve un filtro de aire. Juan también abrió la parte frontal para poner una visera de acrílico proveniente de una botella de jerez remachada con tornillos y tuercas.
Juan ha dicho que creó este casco para protegerse contra la alza de casos covid-19, pues él es un usuario habitual del transporte público, donde las aglomeraciones son comunes y donde mucha gente todavía no respeta la sana distancia ni el uso del cubrebocas.
El señor Juan Vilchis comenta que “como dicen que la cosa se va a poner fea”, se dio a la tarea de fabricar una protección externa que le diera mayor seguridad. El señor calcula que el costo de elaboración de su casco fue de aproximadamente 20 pesos y una cerveza que le invitó a quien le corto los plásticos.
El color verde y amarillo del casco es lo que ha llamado la atención de los internautas y ha levantado ciertas burlas, pero son más usuarios los que muestran elogios hacia la creatividad del señor Juan. La verdad es que el casco se presta mucho para las comparaciones graciosas, aunque nadie ha notado que el señor lleva una sudadera de Star Wars y que la verdadera inspiración de su casco es el yelmo mandaloriano. Oh sí, don Juan es todo un Boba Fett de Tlalnepantla.