El problema de contaminación en las grandes ciudades chinas había llegado a niveles alarmantes, sobre todo por la pobre calidad del aire, y es que en un país donde millones y millones salen cada día en automóviles, autobuses y demás, era de esperarse que las emisiones de gases fueran peligrosas.
Dentro de la emergencia que ha generado el coronavirus, algo positivo ha salido de todo eso, y es que por la cuarentena millones de personas han dejado de salir a las calles, además de que fábricas y comercios cerraron sus puertas temporalmente, y esto generó que los niveles de contaminación se redujeran de forma importante.
Aunque parezca increíble, el poder disfrutar de un cielo azul en varias zonas de China era algo prácticamente imposible, y aunque se han implementado algunas medidas, la realidad es que no habían podido controlar el problema de contaminación.
Si bien es cierto el coronavirus es una situación grave que se debe atender, también se debe reconocer que su llegada ha traído beneficios como este, lo que hace que el panorama no sea tan oscuro, como anteriormente en el cielo chino.
La NASA y la Agencia Espacial Europea compartieron imágenes de sus satélites sobre las concentraciones de dióxido de nitrógeno (NO2) en la atmósfera china. Este compuesto químico es uno de los más contaminantes que existen y surge sobre todo de la combustión en vehículos y fábricas.
El cambio es impresionante y en un corto lapso de tiempo, lo que nos deja muy claro que los responsables de la contaminación y el cambio climático no es otro más que el ser humano.
Hay evidencia de que el cambio está relacionado, al menos en parte, con la desaceleración económica que siguió al brote de coronavirus.
—Comunicado de la NASA y la Agencia Espacial Europea.
Si bien es cierto que durante las celebraciones por el Año Nuevo en China, a finales de enero, se produce históricamente una baja en la contaminación, ya que las personas no salen tanto y muchos comercios cierran, esta reducción se ha extendido sobre todo en las zonas con mayor presencia del coronavirus.
Lauri Myllyvirta, del Centro de Investigación en Energía y Aire Limpio (CREA) en Estados Unidos, señaló que el descenso en la actividad de la industria ha significado una reducción del 25% en las emisiones de gases contaminantes, sobre todo de dióxido de carbono (CO2), librando a la atmósfera de 150 millones de toneladas métricas (mtm) de ese gas.
Si tomamos en cuenta que China es uno de los países que más contamina en el mundo, la reducción de sus emisiones de gases contaminantes tiene impacto global, y según se estima, representa un 6% a la baja en este tipo de contaminantes en todo el planeta.
Se espera que el coronavirus se controle muy pronto, y probablemente esto represente el fin de este “respiro” de la atmósfera, pero puede ser una buena base para implementar mejores mecanismos que reduzcan la contaminación. Ojalá así sea.