Donald Trump recibió de manos de un emisario de Corea del Sur, un mensaje del líder supremo de Corea del Norte, Kim Jong-un, quien ha ofrecido la desnuclearización del país y frenar las pruebas nucleares y balísticas. Por lo pronto, Trump y Jong-un, ya preparan una reunión a petición de Corea del Norte en mayo próximo.
Las tensiones entre Estados Unidos y Corea del Norte parecen haber disminuido a tal grado que ambas Coreas podrían pactar una unificación histórica. Se desconoce a ciencia cierta, qué llevó a esta nueva intención fraternal, pero por lo pronto, Donald Trump dijo que es gracias a él.
Hace unos días, Corea del Sur anunció que Corea del Norte está lista para empezar a negociar el cese, o al menos la disminución, de las hostilidades. Por lo pronto, habrían prometido reunirse en abril o mayo para hablar de la desnuclearización del norte, entre otras cosas, aseguraron los del sur.
Por su parte, el presidente de los Estados Unidos había dicho que gracias a él, Pyonyang ha cambiado de actitud. En una rueda de prensa, a pregunta expresa de cuál es la causa del cambio de política de Corea del Norte, dijo: “Yo”.
“Las sanciones han sido muy, muy fuertes. Han tenido mucho impacto”, dijo, y reconoció también que China fue de gran ayuda para hacer cambiar de opinión a Corea del Norte sobre su carrera armamentista.
Pero contrario a lo que dice Trump, los expertos dicen que no hay una única razón para este acercamiento. Según analistas, KimJong-un pudo cambiar de opinión por distintas causas:
1) las sanciones impuestas por la ONU a petición de los Estados Unidos, con tres rondas de restricciones de combustible, donde la tercera, en diciembre, cortó el 90% de suministro de petróleo; 2) el gran progreso del armamento nuclear de Corea del Norte, que ahora le permite negociar casi de igual a igual con los países antegónicos; 3) un nuevo líder en Corea del Sur: Moon Jae-in ascendió al poder hace un año y ha impulsado la unión de los países.
Pero aún faltaba lo que oficialmente dijera Corea del Norte, pues hasta hoy, todo eran especulaciones basadas en los comunicados de Corea del Sur. Sin embargo, un nuevo suceso demuestra que no son solo especulaciones. El 9 de marzo Donald Trump recibió en la Casa Blanca a un emisario surcoreano con un mensaje directo del líder norcoreano.
En él, se pedía agendar una reunión y empezar las negociaciones para cambiar la relación ríspida entre ambas naciones. Trump dijo que está dispuesto a llevar a cabo la reunión “cara a cara” en el momento que se disponga.
“Kim Jong-un hablaba de desnuclearización con Corea del Sur, no solo congelación. También que no habría pruebas pruebas balísticas durante ese periodo. Se está logrando un gran progreso, pero las sanciones permanecerán hasta se llegue a un acuerdo. La reunión está siendo planeada”, dijo Trump en un tuit.
Previamente, los mandatarios de las dos Coreas habían acordado una reunión en abril en zona neutral, lo que muestra la apertura de parte de Corea del Norte gracias a las presiones internacionales.
Pero el panorama no es muy alentador. Contrario a lo que parece, según el investigador Jim Walsh, experto en asuntos de seguridad internacional, “si la diplomacia funciona, fantástico. Pero si las negociaciones colapsan, todas las partes se irán enfadadas y tomarán una postura más agresiva que la que tenían antes”.