Corea del Norte acaba de registrar sus primeros casos de covid-19. El Centro Nacional de Noticias anunció que un grupo de personas dio positivo a la variante ómicron. Además, informaron que Kim Jong-un se reunió con los dirigentes del Partido del Trabajo para establecer las medidas sanitarias precisas para contener el brote.
Diversos medios hablan de que Corea del Norte impondrá un confinamiento total. Ciudades y condados serán cerrados, buscando contener la propagación del virus en el país asiático. Antes de este brote, Corea no había reportado ni un caso positivo de covid-19, cosa que la comunidad internacional puso en duda, especialmente Estados Unidos.
El gran problema para Corea del Norte es que en lo que va de la pandemia ha rechazado todo programa de vacunación por sentirse segura en su cierre de fronteras, situación que tal vez tenga que cambiar a la luz de los hechos recientes. Aunque Kim Jong-un habló sobre que el país que dirige se encuentra desarrollando una vacuna propia, no se sabe del desarrollo total de este proyecto.
El brote tuvo lugar en la ciudad de Pyongyang, pero no se reveló el número de contagiados. Los norcoreanos han rechazado lotes de vacunas de AstraZeneca y Sinovac, por lo que la comunidad internacional cree que la población de 25 millones podría enfrentar una grave crisis sanitaria, pues el sistema de salud también parece deficiente.
Otra preocupación es que se agrave el problema de escasez de alimentos que se ha presentado en el país desde su cierre en 2020. Con un enclaustramiento total, las cosas podrían ser mucho más duras para la población general de Corea del Norte. La comunidad científica sospecha que ya hubo pequeños brotes en el país durante estos dos años pasados, por lo que ahora debe tratarse de un caso alarmante para que hayan decidido reportarlo.
Además, Seúl confirmó que hubo un intento de hackear laboratorios de Pfizer por parte de los norcoreanos. De todas maneras, el gobierno de Corea del Sur volvió a ofrecer ayuda humanitaria a su país vecino, aunque, hasta ahora, Corea del Norte no ha respondido.
Un día después de los primeros casos, KCNA, el medio de noticias estatal, confirmó un contagio exponencial de 350 mil personas y seis muertos debido a las altas fiebres. Además, se calcula que en las últimas horas han aparecido 18 mil nuevos casos de “extrañas fiebres”. La situación ya es grave en un territorio donde la vacunación no se ha priorizado. Aunque un fallecido dio positivo a la subvariante BA.2 de ómicron, el gobierno norcoreano no puede confirmar que todas las fiebres se traten de covid-19, pues no cuenta con los medios para hacerlo.
Por su parte, el gobierno de China, a través de Zhao Lijian, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, ofreció su apoyo incondicional y pidió que se refuercen las medidas sanitarias en las aduanas: “Como camaradas, vecinos y amigos, China está dispuesta a proporcionar todo su apoyo a la RPDC en su lucha contra la epidemia”.