Algo que caracteriza a Corea del Norte son las medidas de prohibición que impone sobre sus ciudadanos, quienes viven en aislamiento de contenido extranjero, así como de las modas de otros países, como los skinny jeans, los piercings o el corte de cabello tipo mullet. A pesar de que a nosotros esto nos parezca algo extremo, en ese país, todo aquel que sea sorprendido utilizando esto o consumiendo contenido de entretenimiento, especialmente de Estados Unidos y Corea del Sur, serán duramente castigados, hasta con la pena de muerte.
Según informan fuentes anónimas a Radio Free Asia (RFA), recientemente se condenó a muerte a un hombre que contrabandeaba y vendía copias ilegales de la serie de Netflix El juego del calamar después de que se sorprendiera a siete estudiantes de secundaria viendo el programa. Se presume que la sentencia se ejecutará por un pelotón de fusilamiento. El arresto de los estudiantes marcó la primera vez que el gobierno aplicó la nueva ley de “Eliminación del pensamiento y la cultura reaccionaria” en menores de edad.
De acuerdo a la información, el estudiante que compró un disco recibió una cadena perpetua, mientras que los otros seis fueron sentenciados a trabajos forzados. Maestros y administradores de la escuela fueron despedidos y están por enfrentar una determinación para ser desterrados a espacios rurales o enviados a realizar trabajos forzados en minas remotas.
El material se comenzó a extender de manera ilegal entre las personas a través de memorias USB y tarjetas SD. Se dice que la serie fue traficada desde el norte de China hasta el interior del país, a pesar del esfuerzo que hacen las autoridades norcoreanas para mantener alejada a la población de los medios extranjeros.
Todo esto comenzó la semana pasada cuando un estudiante de secundaria compró en secreto una unidad flash USB que contenía el drama de Corea del Sur El juego del calamar y lo vio con uno de sus mejores amigos en clase. El amigo le dijo a varios otros estudiantes que se interesaron y compartieron la unidad flash con ellos. Fueron capturados por los censores en 109 Sangmu, quienes habían recibido un aviso [de una fuente no identificada].
—Policía en la provincia de Hamgyong
De acuerdo con las fuentes de RFA, las autoridades interrogarán “sin piedad” a los siete estudiantes para descubrir cómo se introdujo el drama surcoreano desde China si las fronteras con el país vecino están cerradas debido a la pandemia de coronavirus. Cada uno se verá obligado a confesar de dónde sacaron su copia y con quién. Pero eso no es todo, pues las autoridades de Corea del Norte también estarán buscando en los mercados dispositivos de almacenamiento que contengan contenido extranjero.
A pesar de la estricta restricción que aparenta el gobierno norcoreano, la corrupción no deja de estar fuera del sistema, pues circulan rumores de que entre los siete estudiantes arrestados, “uno de los padres ricos pudo evitar el castigo de su hijo porque sobornó a las autoridades con tres mil dólares”.
Los residentes se quejan de que el mundo es injusto porque si los padres tienen dinero y poder, incluso sus hijos condenados a muerte pueden ser liberados.
—Fuente anónima para RFA