En escenas dramáticas que recuerdan a Liam Neeson en Taken, un padre contrató a un soldado de las Fuerzas Especiales para ayudar a recuperar a su hija secuestrada. Craig Michael tomó la decisión de contratar a un especialista después de que su esposa le quito a su hija, Crystal, y la llevó a vivir a Polonia.
Primero fue a través de los tribunales, y finalmente ganó dos órdenes judiciales para que su hija regresara, pero su exesposa los ignoró.
Así que después de pasar dos años y medio y gastar 43.209 dólares tratando de recuperar a su hija, sin suerte, decidió adoptar una postura más enérgica.
Craig había prometido a Castalia, hermana de Crystal, que las reuniría de nuevo a toda costa y sin importar lo que tuviera que hacer, de manera textual, Craig expresó:
“Le prometí que regresaría a Crystal. Mantener esa promesa era importante. Es lo que ella pidió cada cumpleaños y Navidad”.
Con la ayuda de Adam Whittington -fundador y director ejecutivo de Recuperación Internacional de Niños Secuestrados, quien por cierto cuenta con un “conjunto muy particular de habilidades”- se realizó un rescate en las calles de Polonia, en un movimiento que fue 100% legal.
Michael recuperó a su hija en una misión que se llevoo a cabo en una calle en Polonia y la llevó a un coche que ya estaba esperándolo, mientras que el señor Whittington usó spray de pimienta para defenderse del abuelo de la niña.
Posteriormente pasaron la frontera hacia la República Checa, y luego a Austria, donde tomaron un vuelo de regreso a casa.
Craig, de 35 años, dijo:
“Haber perdido algo tan precioso, finalmente recuperarla es imposible de describir. Detener las lágrimas fue muy difícil. Es extremo, pero la corte y la Convención de La Haya me han decepcionado. Todo lo que hicimos fue legal porque teníamos la orden de la corte”.
Las circunstancias indican el nivel de acción que debe tomarse. En este caso, parece ser que las medidas que tomó el papa de Crystal, fueron las más precisas e indicadas.